Discurso de esta noche.
Agencia.WASHINGTON.- El presidente de EEUU, George W. Bush, admitió hoy que se han producido errores en el pasado en la estrategia en Irak y aseguró que en esos casos “la responsabilidad es mía".
En un discurso a la nación para explicar la nueva estrategia en el país árabe, en el que reconoció que la estrategia de los insurgentes “funcionó,” Bush afirmó que “la situación en Irak es inaceptable para los estadounidenses y es inaceptable para mí".
El presidente, que dijo que “la prioridad más urgente para el éxito en Irak es la seguridad, especialmente en Bagdad,” anunció como la piedra angular de su estrategia el envío de 21.500 soldados, de los cuales el grueso quedará desplegado en la capital iraquí y 4.000 en la provincia occidental de Al Anbar, que Washington considera el reducto principal de la red Al Qaeda en el país.
La violencia entre comunidades “está dividiendo a Bagdad en enclaves sectarios y minando la confianza de todos los iraquíes,” dijo Bush desde la biblioteca de la Casa Blanca en un discurso retransmitido por los canales más importantes del país.
Además, las tropas iraquíes aumentarán su presencia y más soldados estadounidenses quedarán incluidos en unidades iraquíes, para acelerar la formación de los soldados locales.
Bush afirmó que interrumpirá el “flujo de apoyo” que, según él, los insurgentes y terroristas reciben de Irán y Siria para atacar a las tropas estadounidenses.
El presidente estadounidense también indicó que los países árabes "deben entender que una derrota estadounidense en Irak crearía un nuevo santuario para los extremistas y supondría una amenaza estratégica a la supervivencia” de esos regímenes.
Entre los errores que Bush reconoció en la estrategia seguida en los tres años y medio de conflicto se encuentra el que en Bagdad “no hubo suficientes tropas, ni iraquíes ni estadounidenses, para proteger los barrios que habían quedado despejados de terroristas e insurgentes".
Hasta ahora, el presidente había sostenido que el número de soldados estadounidenses en Irak era el suficiente para la misión.
En su discurso, Bush señaló: “he dejado claro al primer ministro y a otros líderes en Irak que el compromiso de Estados Unidos no es eterno".
"Si el Gobierno iraquí no cumple sus promesas, perderá el apoyo del pueblo estadounidenses y el del pueblo iraquí. Ha llegado el momento de actuar", insistió.
El presidente reconoció que por el momento seguirán la violencia y las bombas, aunque aseguró que con el tiempo “podemos esperar que las tropas iraquíes capturen a los asesinos y que haya menos actos de osadía terrorista".
"La victoria no será como las que nuestros padres o nuestros abuelos lograron” y un Irak democrático “no será perfecto,” añadió.
"Pero será un país que luchará contra el terrorismo, en lugar de respaldar a los terroristas, y ayudará a traer un futuro de paz y seguridad para nuestros hijos", aseguró.