El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, luce un hoyo en uno de sus calcetines durante su visita a la mezquita Selimiye de Edirne, Turquía.
EFEANKARA.- La visita de Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial (BM), a Turquía, ha despertado cierto interés en los medios del país, no por lo que dijo, o dejó de decir, sino por los agujeros de sus calcetines por los que asomaban sin recato los dedos gordos de los pies cuando acudió a una mezquita y tuvo que descalzarse de forma obligatoria.
Wolfowitz hizo el domingo la visita de rigor por los lugares turísticos de Estambul y sus alrededores, vestido con un traje azul oscuro y calzando unos zapatos deportivos marrones que tuvo que quitarse antes de entrar en la mezquita Selimiye, en la ciudad tracia de Edirme.
Los agujeros por los que asomaban los dedos gordos de sus pies fueron captados en ese momento por el canal de televisión NTV, que ha repetido hoy una y otra vez las imágenes de los dedos gordos de los pies del presidente del BM, que atrajeron a un enjambre de fotógrafos.
Algunos de los reporteros gráficos se arrojaron incluso al suelo para tomar las instantáneas de las extremidades de un ejecutivo que no parece preocupado por dejar que se vean las “papas” de sus calcetines.
El diario Hurriyet, uno de los más importantes del país, publicó hoy tres fotos de Wolfowitz, una de ellas saludando al ministro de Finanzas, Ali Babacan, y otras dos en las que aparece luciendo sus famosos calcetines.