La ciudad vasca fue destruida por los nazis.
AgenciasConmemoraciones en el País Vasco
MADRID.- "La ciudad entera ofrece un aspecto horrible, ardiendo de una punta a la otra. Las llamas se reflejan en las columnas de humo que se divisan desde las montañas a una distancia de diez millas. Durante toda la noche, las casas han estado derrumbándose, hasta quedar convertidas en grandes montones de escombros rojos e impenetrables".
Con estas palabras, George Steer, corresponsal del diario británico "The Times", describía hace 70 años el panorama de destrucción que se encontró en la pequeña ciudad vasca de Guernica, que el 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil española (1936- 1939), sufrió un cruento bombardeo por parte de los aviones de la Legión Cóndor del régimen nazi alemán.
Ese día, los cerca de 6.000 habitantes de esta localidad se convirtieron en víctimas del primer ataque aéreo a gran escala llevado a cabo en la historia de Europa. Era un lunes primaveral, y muchos acudían al mercado. A las 16:30 horas, las campanas de la iglesia empezaron a repicar, anunciando la llegada de los aviones. Durante tres horas y media, las bombas no cesarían de caer.
Ensayo nazi
El número exacto de víctimas sigue siendo hoy un misterio, pero los estudios históricos más recientes hablan de entre 150 y 300 muertos y centenares de heridos. La ciudad, que acogía un número indeterminado de refugiados, quedó además reducida a cenizas: apenas el uno por ciento de las casas se libró de la destrucción.
Alejada del frente, carente de defensa antiaérea y sin mayor importancia estratégica, Guernica no parecía un objetivo lógico. De hecho, los posibles blancos -un puente de apenas diez metros de longitud sobre el río Oca y una fábrica de armas situada en las afueras- quedaron intactos.
Sin embargo, Guernica es el ancestral símbolo de la identidad de los vascos, y éstos durante la Guerra Civil combatieron del lado de la República contra las tropas del general Franco.
Muchos historiadores coinciden en que el ataque fue un acto premeditado para quebrar la moral de los nacionalistas vascos. Además, era una perversa razón para que Hitler acudiera en apoyo de Franco.
Años después, en los juicios de Núremberg, quien fuera mariscal de la Luftwaffe, Hermann Gring aseguró: "La Guerra Civil española me dio la oportunidad de poner a prueba a mi joven fuerza aérea, así como para que mis hombres adquirieran experiencia". Es decir, Guernica fue una especie de "ensayo general" de cara a la II Guerra Mundial.
La destrucción de la ciudad, que la propaganda de Franco primero negó y luego intentó atribuir a republicanos y "rojos separatistas", causó consternación en todo el mundo. Además, inspiró el famoso cuadro "Guernica" de Pablo Picasso, convertido en un símbolo antibélico y hoy expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Alemania asumió su culpa por lo ocurrido, recién en 1997, cuando se cumplía el 60 aniversario. En un acto solemne celebrado en Guernica, el entonces presidente federal Roman Herzog, leyó un mensaje pidiendo perdón por el ataque.