TOKIO.- Japón se abstuvo de comentar la extradición a Perú desde Chile del ex presidente peruano Alberto Fujimori, que dispone de un pasaporte japonés, país en el que estuvo exiliado durante cinco años.
Fujimori "ciertamente es un ciudadano japonés, pero Japón no tiene absolutamente nada que decir sobre la decisión de la justicia chilena", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Nobutaka Machimura, actualmente en la ONU en Nueva York, citado por la agencia Jiji.
El ex Presidente peruano (1990-2000) fue trasladado el sábado a Lima, siete años después de su dimisión y su huida a Japón.
Se enfrenta a acusaciones de corrupción y violaciones de los derechos humanos, y puede ser condenado hasta a 30 años de cárcel.
La esposa de Fujimori, la japonesa Satomi Kataoka, se dijo "muy preocupada".
"Pero ahora que la decisión (de la justicia chilena) está tomada hay que pensar en lo que sigue. La batalla está por llegar", añadió Satomi, quien dijo haber recibido una llamada de su marido antes de ser llevado a Perú, según la misma fuente.
La extradición de Fujimori no ha protagonizado los informativos japoneses, ocupados con la política interna, en pleno proceso de sucesión del primer ministro.
Hijo de un japonés que se estableció en Perú en la época de la gran oleada de emigración desde el archipiélago a América Latina en los años 30, Fujimori se presentó a las elecciones senatoriales de julio, aunque estaba recluido en Chile.
Logró poco más de 50.000 votos, muy lejos de obtener un acta de parlamentario. No obstante, goza de simpatías entre los nacionalistas japoneses, que le reconocen la resolución de la larga toma de rehenes en la residencia del embajador de Japón en Perú en 1997.