EMOLTV

Cazadores de ballenas toman como rehenes a dos ecologistas en la Antártica

Dos miembros de la "Sea Shepherd Conservation Society" subieron a bordo de un barco japonés, para informar a sus tripulantes sobre una sentencia australiana que declara ilegal la caza de ballenas en la zona. Sin embargo, a los ecologistas no se les permitió volver a bajar del navío.

15 de Enero de 2008 | 09:00 | DPA

SYDNEY.- Dos ecologistas que luchan contra la flota ballenera japonesa en la Antártica, fueron tomados como rehenes por un barco japonés, denunció hoy su organización.


Según la "Sea Shepherd Conservation Society", los dos fueron atados a un mástil de un radar. El australiano y el británico forman parte de la tripulación del barco "Steve Irwin", que persigue a los cazadores de ballenas en la Antártica.


Ambos treparon a bordo del barco japonés, para dar a los tripulantes la noticia de una sentencia australiana que declara ilegal la caza de ballenas en la zona.


Tras ello, se les impidió volver a abandonar el barco, informó la organización. Un llamado del capitán del "Steve Irwin" para que ambos fueran liberados fue ignorado por el barco japonés.


Hasta el momento, la parte japonesa no ha hecho declaraciones sobre el incidente.


Un juez del Tribunal Federal australiano declaró hoy ilegal la caza de ballenas por parte de Japón en aguas australianas de la Antártica.


Los cazadores de ballenas violan las leyes de la reserva marítima australiana, dijo el juez, quien admitió al mismo tiempo que es prácticamente imposible impedir a la flota ballenera japonesa que siga adelante con su acción.


Mientras los barcos no atraquen en Australia, no es posible practicar detenciones o embargos. La sentencia es consecuencia de una demanda presentada hace años por una organización protectora de animales.


Según el ministro de Medio Ambiente australiano, Peter Garrett, un barco de exploración está en la región para reunir material de prueba contra los barcos japoneses. El gobierno está dispuesto -si se da la posibilidad- a pedir cuentas a los japoneses, aseguró.


La organización ecologista Greenpeace detectó una parte de la flota ballenera el fin de semana en la Antártica y en principio la expulsó de la zona.


A pesar de las protestas internacionales, los japoneses planean cazar en el océano glacial Antártico hasta 1.000 ballenas "con fines científicos", pero los críticos lo consideran un pretexto para comercializar la carne de estos cetáceos.


La caza de ballenas está prohibida desde 1986, con algunas excepciones para la investigación.

cargando