PARIS.- La derecha del presidente Nicolas Sarkozy salió derrotada este domingo en las elecciones municipales francesas ante el Partido Socialista, que le arrebató algunos de sus feudos en lo que considera un "voto de castigo" al jefe de Estado diez meses después de su elección.
En el conjunto del país, la derecha obtuvo el 47,5% de los votos y la izquierda el 49,5%, según un sondeo del instituto CSA-Dexia.
La oposición socialista aumentó su ventaja de la primera vuelta y se apoderó de ciudades claves que estaban en manos de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha), como Estrasburgo (este) y Toulouse (suroeste), aunque no logró imponerse en Marsella, la segunda ciudad y gran metrópoli del Mediterráneo.
Otras plazas fuertes de la UMP, como Caen (norte), Reims (noreste) y Amiens (norte), fueron conquistadas por los socialistas.
La derrota salpicó a algunos miembros del gobierno de Sarkozy, como su ministro de Educación, Xavier Darcos, y la secretaria de Estado para los Derechos Humanos, Rama Yade.
Esta segunda vuelta estuvo marcada por una elevada abstención del 35%.
La izquierda se apresuró a calificar los resultados de "voto de castigo" para Nicolas Sarkozy.
La ex candidata socialista a las elecciones presidenciales de mayo pasado, Segolène Royal, llamó al gobierno a "cambiar de política".
Aunque unos de los líderes de la UMP, Jean-François Copé, admitió que era "una jornada de derrota", el primer ministro, François Fillon, estimó "inoportuno" sacar conclusiones a escala nacional.
"Cada municipio, cada cantón presentan peculiaridades y es por tanto inoportuno sacar lecciones nacionales de estos comicios", declaró.
El peso de esta derrota recae, por encima de todo, sobre los hombros de Sarkozy, diez meses después de su clara victoria en las presidenciales, debilitándolo aún más, tras una continua caída de su popularidad.
Sarkozy, que ya anticipaba una derrota, había insistido en el carácter local de los comicios.
No obstante, el presidente francés dijo no tener la intención de modificar los objetivos de su política, de modo que los cambios podrían limitarse a un pequeño ajuste en su equipo y en su estilo personal de gobierno.
De todos modos Sarkozy tiene el tiempo a su favor, pues su mandato llega hasta 2012 y cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
De su lado, el dirigente centrista François Bayrou, tercero en las presidenciales de 2007, y cuyo partido MoDem ejercía de árbitro en varios duelos entre la izquierda y la derecha, fue derrotado por la candidata socialista en la ciudad de Pau (suroeste).
El domingo pasado, la izquierda ya consiguió una clara ventaja, al imponerse a la UMP en localidades como Rouen y conservar el control de Lyon (sudeste), la tercera ciudad de Francia.
En París, el socialista Bertrand Delanoe, salió reelegido con una cómoda ventaja frente a su rival de la UMP.
Paradójicamente, para el Partido Socialista la victoria de este domingo podría avivar las luchas internas en un momento de debilidad de su dirección después de su derrota en las presidenciales, la tercera consecutiva en este tipo de comicios.
Desde mayo se han acentuado las rivalidades entre los dirigentes del PS, en particular durante la campaña por las municipales y de cara al congreso del partido, previsto a fines de este año.
Esa lucha interna debería dirimirse entre Bertrand Delanoe y Segolene Royal, los dos pretendientes no declarados a suceder a François Hollande como jefe del partido y con vistas a las presidenciales de 2012.