MOSCÚ.- Miembros de una secta rusa están recluídos en una cueva en la región de Penza, centro de Rusia, porque sostienen que se avecina el fin del mundo, señalaron hoy fuentes locales.
Los fieles, seguidores del místico ruso Piotr Kuznetzov, abrieron fuego contra la policía que buscaba convencerlos de regresar a la superficie.
El jefe del grupo, Vitali Niedogon -el creador de la secta Kuznetzov está en un manicomio hace tiempo- disparó dos veces desde uno de los tubos de ventilación instalados para resistir bajo tierra el "inminente" fin del mundo.
Según la policía, los seguidores de la secta continúan con vida, aunque podrían ser sepultados por un derrumbe. Los agentes señalaron que no intentarían ingresar a la fuerza para evitar poner en riesgo a los 30 adeptos, entre ellos niños.
El grupo se encuentra recluído hace cuatro meses con abundante comida y agua para superar el 28 de mayo, considerado el día del fin del mundo. Kuznetsov es considerado como "enfermo mental", y fue investigado bajo la acusación de propaganda de hostilidad religiosa y por instituir una "organización peligrosa" para la vida de los ciudadanos, agregaron los especialistas.