BEIJING.- El devastador paso del ciclón "Nargis" dejó al menos 15.000 muertos en Myanmar, según informó hoy martes la agencia de noticias oficial china Xinhua, que cita fuentes gubernamentales birmanas.
Lo último que se sabe de los datos oficiales sobre el desastre son las palabras del ministro birmano de Asuntos Exteriores, Nyan Win: "Más de 10.000 personas han muerto. Todavía estamos recibiendo información y podría haber más víctimas mortales".
Al menos 10.000 personas han perdido la vida y cerca de 3.000 están desaparecidas sólo en la división de Ayeyawaddy, el área más devastada, consignan otras autoridades.
La Junta Militar, que mantiene tensas relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea, y otros gobiernos, por las presiones que recibe para que acometa reformas democráticas, aceptó el auxilio humanitario que le ofrecían.
"Aceptamos la ayuda de otras naciones porque nuestra población está pasándolo mal", dijo Nyna Win, quien ayer reunió al cuerpo diplomático acreditado y a representantes de la ONU para exponerles la grave situación.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en las regiones de Rangún, Pegu e Irrawaddy, y en los estados Karen, y Mon, el sábado pasado, cuando el ciclón, que había entrado el día anterior en el país, golpeaba con más fuerza.
La población en las zonas afectadas vive desde hace tres días sin suministro de agua y de electricidad y los precios de los artículos básicos se han disparado debido a la escasez y la especulación.
En Rangún, la antigua capital y la mayor ciudad del país con unos cinco millones de habitantes, parece que hubiera sido un campo de batalla, según los testigos.Miles de árboles tirados por los fuertes vientos, que alcanzaron una velocidad superior a los 190 kilómetros por hora, entorpecen el paso por la calles, sobre las que abundan los cascotes de miles de tejados arrancados por el ciclón.
Las colas de automóviles que aguardaban turno para repostar en las estaciones de servicios son interminables y contribuyen a empeorar el monumental atasco.
Las comunicaciones, en particular con el exterior, funcionan precariamente, y la red de internet permanece cortada desde el viernes.
El aeropuerto de Rangún reabrió este lunes con un generador "que sólo estará en marcha cinco o seis horas", según avisaba un empleado.
La Federación Internacional de la Cruz Roja ha comenzado a distribuir auxilios básicos entre los afectados, como plásticos con los que cubrir los tejados que arrancó el ciclón, o pastillas para potabilizar agua, además de mantas y ropa.