BRASILIA.- El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Arlindo Chinaglia, dijo hoy que el Congreso podrá convocar a agentes de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) para que aclaren las supuestas escuchas clandestinas, al parecer realizadas por la agencia, contra la más alta corte judicial del país.
La sospecha de que el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes fue víctima de espionaje fue publicada el sábado por la revista semanal "Veja", y conmocionó a las más altas esferas del gobierno, la Justicia y el Parlamento.
"Quiero discutir con el presidente Gilmar Mendes y después con la Cámara de Diputados para ver qué iniciativa podremos tomar. Podemos hacer una invitación a un representante de ABIN para que vaya hasta la Cámara", dijo Chinaglia, quien añadió que, de confirmarse las denuncias, el caso es "extremadamente grave".
"Indagué si había confirmación (de la escucha clandestina) y él (Mendes) dijo que había, y, por tanto, sólo manifesté mi solidaridad institucional y personal, y combinamos conversar la semana que viene", agregó Chinaglia.
Por su parte, Mendes canceló un viaje oficial que tenía previsto realizar a partir de hoy a Corea del Sur, para reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva la semana que viene.
Según reporta el portal G-1 de la red Globo, Mendes recibió el apoyo de los otros ministros del STF, donde el clima es de "perplejidad".
Los ministros de la más alta Corte del país serán convocados el lunes para una reunión, en la que darán una respuesta oficial contra lo que consideran un atentado a la democracia.
La principal evidencia del delito es la grabación de un diálogo entre Mendes y el senador Demóstenes Torres, del derechista partido Demócratas (DEM, opositor), que fue entregada a la revista bajo condición de anonimato por un funcionario de ABIN, quien dijo que la práctica de realizar escuchas clandestinas es casi una rutina en Brasilia.
El contenido de la conversación fue confirmado tanto por Torres como por Mendes.A raíz de las denuncias, el presidente Lula fue conminado desde diversos ámbitos a aclarar el supuesto espionaje.
"El propio presidente debe ser llamado para hablar", dijo Mendes, al tiempo que el senador Torres exigió públicamente al presidente "que se anticipe a todo y anuncie medidas que reestablezcan la credibilidad del gobierno".
"El presidente tiene que probar que controla la situación, que no es rehén de un grupo de bandoleros, renegados, bandidos y malhechores hoy instalados en el servicio de Inteligencia", enfatizó el senador.
En tanto, el presidente del Senado, Garibaldi Alves, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, principal aliado del gobierno Lula), quien según la revista también fue víctima de espionaje, anunció que llamará a Mendes para "articular una reacción conjunta" entre los poderes Judicial y Legislativo, contra la acción de los "espías del gobierno".
Por su parte, ABIN anunció que abrirá una investigación interna para aclarar el posible vínculo de algunos de sus funcionarios con las denuncias, y la Policía Federal aseguró que analizará el caso, ya que, según la información, la escucha clandestina en este caso fue realizada en conjunto por agentes de ABIN y policías federales, información que fue negada por la entidad.
De acuerdo con el funcionario que entregó la grabación de la conversación a la revista, sólo este año pasaron por su sector intervenciones telefónicas de conversaciones del jefe de gabinete de Lula, Gilberto Carvalho; de la ministra jefa de la Casa Civil de la Presidencia, Dilma Rousseff; del ministro de Relaciones Institucionales, José Múcio; del presidente del Senado, Garibaldi Alves, y de los senadores Álvaro Dias, Tasso Jereissati y Tiao Viana.