MIAMI.- Un maletín con 800.000 dólares enviado de Caracas a Buenos Aires "era dinero para la campaña presidencial de la entonces candidata en Argentina Cristina Kirchner", dijo hoy un fiscal estadounidense en una corte en Miami al referirse a grabaciones obtenidas por el FBI.
La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al igual que su par de Venezuela, Hugo Chávez, quedaron indirectamente implicados por las partes en el juicio derivado del envío de esos fondos, que se sospecha eran para la campaña electoral argentina.
El caso, de alto impacto político por evidencias que implican a los gobiernos de Venezuela y Argentina en el origen y destino del dinero, comenzó a ventilarse hoy en una corte federal de Miami.
El polémico maletín que llevó el empresario estadounidense-venezolano Guido Antonini Wilson "era dinero para la campaña presidencial de la entonces candidata en Argentina Cristina Kirchner", dijo el fiscal estadounidense Thomas Mulvihill al presentar al jurado los argumentos de la acusación.
La actual Presidenta argentina negó que su campaña recibiera aportes de fondos venezolanos.
El fiscal se refirió a grabaciones de los acusados obtenidas por el FBI y dijo que esas pruebas "reflejan claramente a dónde iba el dinero".
"El dinero iba a la campaña de Cristina Kirchner (...) y fue Franklin Durán quien le dijo a Antonini cuál era el destino del dinero", agregó Mulvihill.
Durán está acusado en el juicio por el gobierno de Estados Unidos de actuar en Miami como agente encubierto de Venezuela para presionar a Antonini, y obligarlo a ocultar el origen y el destino del dinero.
En audiencias previas al juicio, el fiscal había evitado mencionar el nombre de la Presidenta argentina y optaba por decir que el destino del dinero era la campaña "de un candidato a la presidencia argentina", pero hoy en el inicio del proceso dijo el nombre de Cristina Kirchner sin rodeos.
"El gobierno de Venezuela intentaba influir en el proceso electoral de Argentina", se explayó el fiscal estadounidense, en otra referencia al envío del polémico maletín.
Al tomar la palabra la defensa de Durán, el abogado Ed Shohat afirmó que Antonini quería lograr un acuerdo con el gobierno de Venezuela para tapar los hechos, pretendía obtener documentación falsa que ocultara la verdad y exigía un pago de dos millones de dólares.
"Antonini le decía a funcionarios del gobierno de Venezuela: si no me dan dos millones de dólares, le cuento todo a la prensa (...) incluso le escribió una carta al Presidente Chávez", dijo el abogado Shohat al jurado.
El abogado dijo que su defendido, Durán, tiene relación con funcionarios de alto nivel en el gobierno venezolano, entre los que mencionó al actual ministro de Interior, Tarek El Aissami, pero aseguró que en ningún momento pretendió forzar a Antonini a mentir.
"Gordo, búscate un abogado en Argentina, el problema (de la incautación del dinero) es allá", le recomendaba Durán a su entonces amigo y socio en varios negocios.
Según documentos aportados por la fiscalía estadounidense, el dinero había salido de las arcas de PDVSA, la petrolera estatal venezolana.
La acusación y la defensa presentaron hoy sus respectivos argumentos a los miembros del jurado.
Guido Antonini llevó el 4 de agosto de 2007 de Caracas a Buenos Aires el maletín con los supuestos fondos electorales. Casi tres meses más tarde, el 28 de octubre, Cristina Fernández de Kirchner ganó las elecciones y reemplazó en el gobierno a su esposo, Néstor Kirchner.
Además de Durán, otros dos venezolanos -Carlos Kauffman y Moisés Maiónica- y un uruguayo -Rodolfo Wanseelee- fueron acusados por Estados Unidos de actuar en Miami como agentes encubiertos de Venezuela con el mismo objetivo: convencer a Antonini de que ocultara el origen y el destino del dinero.
La acusación del fiscal, reiterada hoy ante el jurado, mencionó una fuerte intervención de la inteligencia venezolana, incluso de su director, el general Henry Rangel Silva, para tapar el escándalo.
Los otros tres acusados se declararon culpables antes del juicio y sus sentencias se conocerán en los próximos días.
Antonini Wilson llegó a Buenos Aires desde Caracas en un vuelo con un grupo de funcionarios venezolanos y argentinos, y un maletín en su mano.
La maleta del escándalo le fue incautada por la Aduana argentina cuando no supo explicar por qué ingresaba con 800.000 dólares. El empresario no fue detenido en Buenos Aires, y regresó a Miami, donde reside.
En Miami mantuvo varias reuniones con venezolanos para discutir el escándalo desatado en ese país y en Argentina. Algunos de ellos, supuestamente enviados directamente por el gobierno de Chávez.
Antonini ofreció sus servicios al FBI, y grabó los encuentros y conversaciones telefónicas. Desde entonces ha estado oculto y en absoluto silencio, pero se espera que testifique durante el juicio.