QUITO.- Grandes carteles colocados en las paredes de las cadenas de supermercados de esta nación sudamericana dicen orgullosamente "Primero Ecuador", como parte de una campaña impulsada por el gobierno y la empresa privada para fomentar el consumo de productos nacionales.
En lo que puede ser la respuesta más proteccionista del mundo a la crisis económica global, el gobierno izquierdista de Ecuador ha impuesto restricciones a la importación de todo tipo de productos, desde uvas chilenas y champús peruanos, hasta zapatos deportivos estadounidenses.
El presidente Rafael Correa dice que tuvo que tomar medidas drásticas para evitar el derrumbe de una economía golpeada por el desplome de los precios del petróleo, la principal exportación local; la caída de las remesas de los trabajadores emigrantes y la reducción de las inversiones extranjeras.
Ecuador es particularmente vulnerable porque es uno de unos cuantos países en el mundo -El Salvador y Panamá son los próximos entre los más grandes- que han adoptado el dólar estadounidense como moneda. No puede imprimir sus propios billetes, por lo que usa el dinero de Estados Unidos.
"Creo que el país mismo se arrinconó y no creo que le haya quedado otra medida para hacer en este contexto", expresó Manuel Chiriboga, director de la organización no gubernamental Observatorio de Comercio Exterior.
Las barreras afectan 627 tipos de bienes, y adoptan tres variantes: El volumen de importaciones decrece hasta 35%, el impuesto a las importaciones aumenta entre 30 y 35% o se imponen cargos de hasta 12 dólares por kilogramo de textiles y 10 dólares por cada par de zapatos.
Estas medidas son tan severas como cualquier paso considerado proteccionista por la Organización Mundial de Comercio, y ningún país tiene restricciones tan duras para las importaciones, consideró Gary Hufbauer, del Peterson Institute for International Economics en Washington.
Las ventas de petróleo representan 40% del presupuesto de Ecuador, pero Correa no sólo está preocupado por la caída en los ingresos petroleros. Las exportaciones de plátano, flores, camarones y otros productos también se han ido a pique.
Correa, economista que cursó estudios en Estados Unidos, dijo que las restricciones impedirían que 1.460 millones de dólares se fuguen de la economía ecuatoriana, la cual suma 50.000 millones de dólares y es la más grande fuera de Estados Unidos que usa el dólar como su moneda.
Correa dijo que el momento debe ser aprovechado por la industria nacional de textiles, zapatos y artesanías para que impulsen sus empresas y afirmó que los más pobres van a sentir un "impacto marginal".
"Perfumes, licores, chocolates (importados)... eso no los consumen los pobres. Está bien que el que quiere esas cosas 'aniñaditas' (de gente rica) pague mucho más", declaró.
Pero el sector automotor ecuatoriano pasaría tribulaciones, dado que buena parte de los vehículos y autopartes son de importación. Diego Luna, presidente de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, reconoce que habrá un impacto. Si en el 2008 el sector vendió 112.500 unidades, con la restricción espera vender este año alrededor de 70.000.
El caso de las Pymes
Las pequeñas empresas serán afectadas también, en un país cuya tasa oficial de desempleo es de 7,9%. Lenin Salazar importa repuestos para televisores, reproductores y cámaras de video, pero por la restricción de importaciones que decretó el gobierno, disminuirán sus ventas y probablemente tenga que despedir a tres de sus 10 empleados.
En los supermercados suben los precios de detergentes colombianos y zapatos chinos y hay gente que se abstiene de comprar esos productos. La medida "nos está afectando, tenemos que 'bajar' (despedir) unos tres empleados", aseguró Salazar.
Ahora, Correa pronostica un déficit comercial de 3.500 millones de dólares para el 2009, con el desplome del petróleo y de las remesas. El dinero enviado por los ecuatorianos del extranjero cayó a 2.800 millones de dólares el año pasado, respecto de 3.000 millones en el 2007, una tendencia que continuará, según el banco central.
Algunos economistas creen que Correa tendrá que sacar de su economía el dólar, adoptado en el 2000 luego que los bancos ecuatorianos casi colapsaron, y deberá emitir otra vez su propia moneda. Otra opción es mantener al dólar como segunda moneda, como hacen muchas naciones en la región.