VIENA.- Un grupo de neonazis encapuchados irrumpieron en una ceremonia para conmemorar la liberación del campo de concentración de Mauthausen, en Austria, al grito de "heil Hitler", informó hoy la policía austríaca.
Las fuentes dijeron que un grupo de hombres vestidos de negro y encapuchados interrumpieron el sábado la ceremonia en el campo anexo de Ebensee, haciendo el saludo nazi y al grito de "heil Hitler", antes de darse a la fuga.
La ocasión de la manifestación era el 64 aniversario de la liberación del campo Ebensee, un subcampo de Mauthausen.
Hoy cerca de 7.000 personas formaron parte de otra ceremonia organizada en el campo principal de Mauthausen, de la que participó el Presidente austríaco, Heinz Fischer, y representantes de comunidades religiosas.
El presidente del Comité Mauthausen Komitee, Willi Mernyi, se refirió a la irrupción del sábado y comentó que la provocación neonazi constituye una “increíble ruptura de un tabú” y muestra la necesidad de no bajar la guardia para evitar que se repitan los horrores del pasado.
En esta ocasión, la resistencia al régimen nacionalsocialista motivada por principios religiosos fue el lema del acto en Mauthausen, que cada año recuerda el sufrimiento que vivieron los reclusos en este campo hasta que fue liberado por las tropas aliadas, en mayo de 1945.
Entre las más de 200.000 personas que fueron recluidas por los nazis en Mauthausen entre 1938 y 1945, miles de ellas se oponían al régimen nacionalsocialista por convicción religiosa.
Ante el Presidente de Austria y personalidades del mundo de la política, la cultura y la diplomacia, altos representantes de comunidades religiosas e iglesias instaron a actuar de forma firme contra la extrema derecha, el racismo, la intolerancia y la discriminación.
El obispo católico Maximilian Aichern y el obispo evangélico Michael Bünker recordaron a los seguidores de su fe que defendieron los valores cristianos, a pesar del riesgo que corrían al hacerlo, y se posicionaron claramente contra los errores de sus iglesias.
"La Iglesia evangélica se ha cargado de culpa durante el nacionalsocialismo. No protestó contra la clara injusticia, calló y miró para otro lado,” reconoció Bünker.
Para Aichern, “la comprensión de los errores y faltas del pasado debe servir para mantenernos alertas en el presente y desarrollar sensibilidad, procurar una mejor formación e información y demostrar valor civil”.
El rabino Schlomo Eliezer Hofmeister destacó que para muchos judíos, si bien se vieron perseguidos y exterminados en campos de concentración por motivos racistas y no religiosos, fue importante "ser fieles a Dios y a sí mismos y mantener su dignidad moral y sus valores judíos ante la muerte y la destrucción”.
En el campo de concentración de Mauthausen murieron 100.000 personas, dentro de la política de exterminio llevada a cabo por la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.