GINEBRA.- El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió hoy que "el Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar en la Tierra" y "podría quedarse sin hielo para 2030".
Tras visitar en los últimos días la base internacional de Ny Ålesund (Noruega), donde observó directamente el impacto del cambio climático sobre el Ártico, el responsable de la ONU llegó a Ginebra para participar en la Conferencia Mundial sobre el Clima.
En un discurso ante más de un millar de participantes en este foro, Ban instó a los gobiernos a lograr en la conferencia internacional sobre cambio climático, prevista para diciembre próximo en Copenhague, un acuerdo que permita "profundos recortes en las emisiones" de gases contaminantes.
Reconoció, en ese sentido, que esas negociaciones van con retraso: "Sólo quedan 15 días, 15 días para resolver algunos de los asuntos más complejos".
El secretario general de la ONU reveló que los escenarios más distantes que había planteado el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático -una de las instancias científicas de mayor credibilidad en la materia- están "ocurriendo ahora".
Explicó que el Ártico, "en lugar de reflejar el calor, lo está absorbiendo, mientras que el hielo disminuye. Esto acelera el calentamiento global".
La consecuencia es que un gas que está atrapado en el subsuelo y en el lecho del mar de ese polo del planeta está siendo liberado a la atmósfera, con el peligro que esto supone al ser "un gas de efecto invernadero 20 veces más poderoso que el dióxido de carbono".
Ban también advirtió que el incremento del deshielo de Groenlandia amenaza con elevar el nivel del mar y alterar la corriente del Golfo, que es la que lleva calor a Europa.
"Estamos pisando el acelerador y nos estamos dirigiendo al abismo", alertó.
Y dijo que ya se observa un aumento del nivel del mar, que para finales del siglo XXI podría subir entre 50 centímetros y dos metros, poniendo en peligro a las poblaciones que viven en islas, en zonas costeras y deltas, entre otros lugares.
Ban lamentó que pese a ello se siga observando "inercia" en la lucha contra el cambio climático, lo que -agregó- se evidencia en "los limitados progresos en las negociaciones" de Copenhague.
Por ello, planteó la urgencia de actuar en ciertas áreas, como la rápida financiación internacional para que los países en mayor peligro se adapten al cambio climático.
Asimismo, mencionó la necesidad de que los países en desarrollo acepten reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, para lo cual defendió la idea de que estos necesitan apoyo económico y tecnológico del mundo rico.