CARACAS.- Investigadores venezolanos han descubierto un posible nexo entre los himnos de Venezuela y Chile, que puede deberse al célebre pedagogo Andrés Bello, y lo han comunicado ya a la Biblioteca Nacional chilena, aunque sin respuesta por ahora, según revela hoy un diario caraqueño.
El director del periódico Últimas Noticias, Eliecer Díaz Rangel, publica hoy una columna en ese medio sobre el asunto, en la que manifiesta su extrañeza por la falta de interés que el asunto ha tenido en Chile.
Todo empezó, según relata el periodista, al descubrirse recientemente un manuscrito sobre el himno venezolano que data de los años 1827 a 1830.
En una misma hoja manuscrita, hallada en los archivos audiovisuales de la Biblioteca Nacional de Caracas, figura en el anverso las notas de la "canción nacional 1" y en el reverso las de la "canción nacional 2", que se suponían correspondían ambas al "Gloria al bravo pueblo", el himno nacional de Venezuela.
En abril de 2008, el tenor Andrés Algara, luego de ensayar como solista basándose en ambas caras del manuscrito, comentó a Silva y a Barreto "que un chileno que había escuchado los ensayos" le hizo caer en cuenta que la "canción nacional 2" correspondía en realidad al himno nacional de Chile.
"Mayúscula sorpresa. ¿Cómo era posible que una pieza seguramente compuesta en 1827-30 en Caracas pudiese ser el Himno Nacional de Chile"?, se pregunta el director del matutino caraqueño.
Díaz Rangel añadió que se investigó de manera preliminar y “lo primero observado fue la similitud de la música".
Adicionalmente, se cayó en cuenta de que Andrés Bello, un pedagogo venezolano que hizo buena parte de su vida en Chile, al parecer era funcionario del Consulado chileno en Londres cuando el embajador de esa nación en el Reino Unido, Mariano Egaña, "envío a Santiago en 1827 una nueva versión" del himno nacional de Chile.
"¿Tuvo alguna injerencia Andrés Bello en ese proceso? Barreto y Silva creen que hay razones, pues Bello sabía música y seguramente la escribía", añade el director de Últimas Noticias.
Por último, recuerda que Bello fue un exiliado y que el ostracismo es remarcado en el coro del himno chileno: “Dulce Patria, recibe los votos con que Chile en tus aras juró, que la tumba será de los libres o el asilo contra la opresión".
Diego Silva, compositor e investigador, e Ignacio Barteto, de la Biblioteca Nacional de Venezuela, han escrito a las autoridades de la Biblioteca Nacional chilena y "a varios músicos" de Santiago para informarles del descubrimiento "y no han encontrado ninguna respuesta que demuestre algún interés por aclarar las dudas", señala el diario.
El himno chileno tuvo letra antes que música y ambas han sido modificadas varias veces hasta la versión actual.
El primer texto, encargado por el propio Bernardo O’Higgins, el libertador de Chile, data de 1819 y lo hizo el prestigioso abogado y poeta chileno-argentino Bernardo de Vera y Pintado.
La primera música llegó, después de un intento fallido, al año siguiente y corresponde al violinista Manuel Robles Gutiérrez, pero Mariano Egaña, ministro plenipotenciario de la República en Londres, no contento con el trabajo de Robles, encargó a un español, Ramón Carnicer, exiliado en la capital británica, una nueva música, que fue presentada en Chile en 1828 y pronto reemplazo a la primera.
Casi 20 años después se modificó el texto original para suavizar algunas expresiones hostiles hacia España. Del trabajo se encargó el joven poeta Eusebio Lillo Robles, de 21 años, quien modificó su propia obra en 1904 a petición del Gobierno de entonces.
El diario caraqueño publica un link para que el lector pueda comprobar por si mismo las similitudes entre los dos himnos.