Reuters
LA HABANA.- Fidel Castro desempolvó su uniforme verde olivo al pronunciar hoy un discurso en un acto político celebrado junto a estudiantes de la universidad de La Habana, aunque sin sus insignias de Comandante en Jefe.
Castro, quien lucía sano y enérgico, leyó un mensaje en el cual fue intercalando opiniones sobre el tema que acaparó su atención en estas semanas: una potencial guerra nuclear en Medio Oriente y los efectos catastróficos para toda la humanidad, incluyendo las naciones pobres.
En ese sentido, defendió el programa nuclear iraní y consideró que Estados Unidos e Israel "no tienen ninguna prueba ni la pueden tener" de que Teherán esté fabricando armas atómicas.
"No tienen pruebas. Para ellos, tener un centro de investigación es una razón para atacarlos. Tener una planta que produzca energía eléctrica partiendo del uranio es algo que no constituye un delito y para ellos es una prueba de la fabricación de armas", agregó durante la ceremonia que se extendió cerca de 45 minutos.
Asimismo, respaldó a las autoridades iraníes, que aseguran no tener material suficiente para empezar a fabricar una bomba nuclear, por lo menos hasta dos años más, a diferencia de las potencias atómicas que, según dijo, ya cuentan con 25 mil armas de destrucción masiva.
De acuerdo a lo expuesto, el conflicto podría estallar tan pronto como Estados Unidos registre un mercante iraní, en cumplimiento con las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 9 de junio.
"Le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando (por una posible guerra nuclear). En esa actividad no debemos desmayar", expresó el líder de 84 años, quien se recupera de una enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte y lo obligó a delegar el poder en 2006.
El acto- que congregó a miles de personas- se celebró frente a la escalinata del "Alma Mater", la estatua que identifica a la universidad capitalina.
"Frente a los escépticos nuestro deber es seguir librando la batalla, me consta que un buen número de personas está tomando conciencia de la realidad, agregó en su discurso el ex gobernante, en alusión a la campaña antibélica que encabeza.
Desde su reaparición hace algunas semanas, Castro fue tomando paulatinamente los atributos simbólicos que en el pasado lo identificaron como Comandante en Jefe y líder revolucionario: su pantalón y camisa verde olivo, además de su gorra.
No obstante, desde su retorno no ha vuelto a portar las insignias con la estrella y los laureles sobre sus hombros con su grado militar.
Hace cuatro años entregó el poder a su hermano Raúl Castro, y pese a que ya había concertado reuniones con otras personalidades y medios, el acto de hoy representó su primera aparición pública desde que dejó el poder.
