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El gran golpe a las FARC: Las traiciones que llevaron al paradero del "Mono Jojoy"

El ex jefe militar de la guerrilla fue encontrado gracias a un GPS instalado en sus botas, pero para ello, fueron necesarios informantes que se repartirán una recompensa de casi US$2,5 millones.

25 de Septiembre de 2010 | 13:10 | Emol
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''Fue una operación quirúrgica, no iba dirigida a desmantelar un campamento sino a un objetivo claro'', dijo el ministro de Defensa de Colombia.

Reuters.

SANTIAGO.- La diabetes y las botas. Esos podrían ser los culpables "materiales" de la muerte del "Mono Jojoy", abatido durante la madrugada del pasado jueves en la serranía de La Macarena.


Sus pasos, siempre cuidados y escurridizos, fueron los que terminaron por delatar al ex jefe militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y uno de los más sanguinarios guerrilleros de su historia.


La diabetes que sufría Víctor Julio Suárez Rojas le provocaba unas llagas en los pies que lo obligaban a usar botas especiales para desplazarse -y esconderse y huir- por la selva colombianas.


La última vez que "Jojoy" encargó un nuevo par de botas firmó su sentencia de muerte. La red de abastecimiento de la guerrilla fue interceptada por la inteligencia militar colombiana y en ese par de botas fue instalado un GPS. El caminar de Suárez Rojas estaba vigilado. Cada paso era mortal.


"En el operativo contribuyó gente de las propias FARC", dijo el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, desde Nueva York, donde participaba de la Asamblea General de las Naciones Unidas.


El "Mono Jojoy" recibió ese alias de parte de sus subalternos del Bloque Oriental. Por la selva, se mueve un gusano regordete que tiene una especial capacidad para escabullirse de sus depredadores, se llama mojojoy.


Pero el hábil estratega militar sabía que su pericia en el escape no era suficiente para resguardar su "pellejo". La seguridad de Suárez Rojas estaba compuesta por tres anillos.


El primero estaba conformado por 24 paramilitares que estaban siempre junto a él; se supone que ese cerco incluía a unas diez o doce mujeres, pues así el ex número dos de las FARC se sentía "más seguro". De ese grupo habría salido el soplón.


Rodrigo Rivera Salazar, ministro de Defensa de Colombia, precisó que fueron hombres del equipo de seguridad del "Mono Jojoy" quienes lo entregaron. Ellos recibirán parte de la recompensa de que asciende a unos US$2,5 millones que ofrecía el gobierno cafetero.


Según la versión digital de El País de España, además hubo interceptación de comunicaciones y seguimientos a mujeres que bajaban de la sierra a La Julia, un caserío crecido a la sombra de las FARC.


La eliminación del "símbolo del terror" de las FARC, como lo llamó el Presidente Santos, fue una maniobra calculada, de relojero, que dio con el más escurridizo de los paramilitares. "Fue una operación quirúrgica, no iba dirigida a desmantelar un campamento sino a un objetivo claro", explicó Rivera Salazar.


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