Amplia repercusión en los medios tuvo la filtración de los archivos.
EFEWASHINGTON.- A un día de la filtración de documentos diplomáticos de Estados Unidos, una mezcla de cautela y preocupación se apoderó de las cancillerías de todo el mundo, más cuando el sitio "Wikileaks" anunció este lunes que tiene en sus planes publicar más informes confidenciales en el corto plazo.
Así lo adelantó al diario "The Wall Street Journal" el portavoz de la página web, Kristinn Hrafnsson, quien respondió a las duras críticas de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que calificó la revelación de "ilegal".
"Creo que veremos nuevas publicaciones mañana (martes) y publicaciones graduales durante los próximos días y semanas e incluso posiblemente meses", dijo Hrafnsson, añadiendo que la divulgación de documentos podría continuar durante 2011.
El portavoz de la página web adelantó que las próximas publicaciones se concentrarán en regiones específicas, en las que "Wikileaks" busca alcanzar alianzas con medios locales.
Hrafnsson señaló que la reacción de Washington es "exagerada" y que las declaraciones de que la filtración pone en riesgo la vida de personas no son creíbles.
Reacción internacional
La filtración de los más de 250 mil mensajes diplomáticos estadounidenses desvelaron los secretos más íntimos de la política exterior norteamericana, como la orden de espiar a altos funcionarios de Naciones Unidas o sus opiniones poco favorables de otros mandatarios internacionales.
Los primeros en reaccionar fueron el Reino Unido, Francia y Alemania, países que criticaron la divulgación con el mismo argumento planteado por Hillary Clinton: que perjudica a la seguridad de los naciones y vulnera la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas.
También la ONU -a cuyo secretario general Ban Ki-moon mandó espiar EE.UU., según los documentos filtrados- ha optado por la prudencia y, tras declinar comentar la autenticidad de los documentos divulgados, se ha limitado a subrayar la transparencia de la organización.
La única voz de alarma la puso el gobierno italiano a través de su ministro de Exteriores, Franco Frattini, quien después de comparar la filtración con el 11-S, hoy dijo que "Wikileaks" quiere "desestabilizar el mundo".
En el lado opuesto están el Primer Ministro turco, Recep Tayip Erdogan, quien puso en duda la seriedad de la página, calificando su filtración de "sospechosa", o el Presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien restó importancia a los "cables", denunciando que todo se trata de una conspiración.
En ninguno de los países ha habido -hasta ahora- críticas abiertas a Washington, sino todo lo contrario: los ataques han sido unánimes a los autores de la divulgación, un acto calificado incluso de "criminal".