PARÍS.- Venezuela sería una amenaza para la región, aunque el aislamiento no es una solución, y Hugo Chávez es un "perro que ladra y no muerde", afirman diplomáticos brasileños y estadounidenses en cables filtrados por el sitio Wikileaks, publicados este domingo por el periódico Le Monde.
Los cables diplomáticos estadounidenses dejan ver las diferentes posturas de los políticos brasileños respecto a la figura de Hugo Chávez.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirma en un mensaje de marzo de 2007 que "la orientación política de Hugo Chávez no es la de Brasil, pero los brasileños no se sienten amenazados por Chávez. El aislamiento no es una solución con Chávez".
Pero el ministro de Defensa Nelson Jobim tiene una visión bien diferente ya que percibe a Venezuela como una "nueva amenaza" para la estabilidad regional.
"Los brasileños consideran plausible una incursión militar de Chávez en un país vecino, por su carácter imprevisible", afirma un telegrama secreto de 2008. Por eso se creó un consejo de defensa sudamericano que sirve para "conducir a Venezuela y otros países de la región a una organización común que Brasil pueda controlar".
Según estos cables, Estados Unidos y Brasil compiten por la influencia en América Latina y las relaciones brasileñas con Venezuela han estado en el centro de las preocupaciones estadounidenses, lo que se demostró con el veto en 2005 de la venta de aviones brasileños Super-Tucano a Venezuela.
"Brasil estima estar comprometido en una competencia con Estados Unidos y desconfía de las intenciones estadounidenses. (...) Brasil tiene una necesidad casi neurótica de ser igual a Estados Unidos y de ser percibido como tal", afirma un mensaje secreto de noviembre de 2009.
La anticipada elección de Antonio Patriota, ex embajador de Brasil en Washington, como ministro de Relaciones Exteriores de la presidenta electa Dilma Rousseff no cambiará este rumbo, afirma el diario Le Monde.
En noviembre de 2009, un telegrama estadounidense explica que "aunque Patriota conoce bien a Estados Unidos y está listo para trabajar con nosotros, no lo hará en una perspectiva pro-estadounidense sino en la base del nacionalismo tradicional de la diplomacia brasileña".
Brasil había digerido mal el veto estadounidense a la venta de los aviones Super Tucano a Venezuela (Venezuela terminó comprando aviones Sukhoi Su-30 de origen ruso) y llegó incluso a tratar de negociar con Estados Unidos una suerte de "trueque", según la información publicada por Le Monde.
En otro pasaje destacado por el diario francés, el embajador brasileño de la época en Caracas propuso a su homólogo estadounidense que si Estados Unidos autorizaba la venta de los Tucanos, Brasilia apoyaría a la organización no gubernamental Sumate, que en ese momento recolectaba firmas para el referendum que buscaba revocar al presidente Chávez.