QUITO.- Ecuador exigió el martes la salida de la embajadora de Estados Unidos en Quito, Heather Hodges, tras la filtración por Wikileaks de un cable que afirma que el Presidente socialista Rafael Correa nombró en 2008 a un jefe de la Policía a sabiendas de que era corrupto.
"Ecuador ha decidido considerar a la señora como una persona non grata para el gobierno nacional y hemos pedido que abandone el país en el menor tiempo posible", anunció en rueda de prensa el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Washington protestó por la decisión y dijo que examinará "las opciones" que tiene a partir de ahora, según el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner.
"Ecuador es uno de nuestros aliados clave en la región. Y queremos avanzar en esa relación. Lamentamos mucho este incidente y el impacto que va a tener", advirtió Toner.
En Washington, el legislador demócrata Eliot Engel anticipó que la decisión ecuatoriana diluye la posibilidad de que las preferencias arancelarias andinas sean renovadas por el Congreso norteamericano.
Con Hodges, son dos los diplomáticos estadounidense cuya cabeza se cobran en América Latina las filtraciones del sitio de internet especializado en la divulgación de documentos confidenciales.
El 19 de marzo, el embajador en México, Carlos Pascual, renunció tras la difusión de un mensaje en el que cuestionaba la capacidad del Ejército mexicano para el combate antidrogas.
Patiño manifestó haber expresado su molestia el lunes al encargado de la diplomacia estadounidense para América Latina, Arturo Valenzuela, antes de conversar con la embajadora sobre el cable que señala una corrupción generalizada en la Policía.
Valenzuela "dijo que lo comentaría con su superior", indicó Patiño, quien confió en que la decisión "no afecte las relaciones cordiales".
"Esta es una responsabilidad directa de una persona, de la embajadora, y no es un tema que tiene que ver con el gobierno de Estados Unidos; nosotros no estamos reaccionando ante una acción del gobierno norteamericano sino de la señora embajadora", aclaró.
En su diálogo con Hodges, el canciller dijo haber expresado que "el gobierno (ecuatoriano) estaba sorprendido y el presidente (Correa) absolutamente indignado, y que quería conocer la veracidad de esa información".
"La señora simplemente manifestó que esa documentación había sido robada (a Washington) y no tenía que hacer ninguna observación, ningún comentario, ninguna aclaración", añadió Patiño, para quien "esta respuesta es absolutamente insuficiente e insatisfactoria".
"Era poco tiempo para tener una respuesta esta mañana", replicó Hodges en una declaración a la prensa, sin aceptar preguntas.
Según Wikileaks, funcionarios de la embajada cuestionaron que Correa hubiera designado como jefe de la Policía al general Jaime Hurtado (de abril de 2008 a junio de 2009), de quien sospechaban tenía un largo historial de corrupción.
Esos responsables aseguraban que Hurtado usaba "su poder como máxima autoridad del cuerpo para extorsionar, acumular así dinero y propiedades, facilitar el tráfico de personas y obstruir las investigaciones contra compañeros corruptos", según el mensaje difundido el lunes por el diario El País de España y que Hodges habría firmado en julio de 2009.
Los diplomáticos también consideraban que Correa "quiso, con el nombramiento, tener un jefe de Policía fácilmente manipulable".
El general en retiro, quien no enfrenta investigaciones en Ecuador, manifestó que es una represalia por evitar la "injerencia" de la legación en la Policía.
"Esa aseveración es muy temeraria, muy grave y sin fundamento", declaró el oficial.
Patiño rechazó los señalamientos contra Correa e indicó que la embajadora "no desmintió su veracidad".
También dijo que pidió a Valenzuela dar a conocer los cables "robados" sobre Ecuador para evitar nuevos incidentes, y subrayó que Quito no plantea "ninguna cuestión adicional".
En febrero de 2009, Correa expulsó a dos diplomáticos estadounidenses, a quienes acusó de entrometerse en asuntos internos. A uno de ellos lo señaló como el jefe de la CIA en Ecuador.