Su discurso se abocó a lograr una "empatía emocional" con los indecisos.
AFPLIMA.- Su rival lo califica como "lobo disfrazado de cordero". Pero no declina en su afán por sacudirse de la derrota que le propinó el actual Mandatario Alan García en 2006. Ese es Ollanta Humala (48), el militar retirado que acaricia la Presidencia, gracias al giro de su discurso de izquierda por uno más moderado.
En su revancha, ha pedido a los peruanos y a los inversionistas que confíen en su proyecto nacionalista -ahora más "concertador"- que apunta a los centristas más escépticos al cambio propuesto por el líder de "Gana Perú".
Cinco años atrás, en su primera participación, Humala pregonaba un discurso antimercado; vestía de rojo, y se mostraba cercano al Presidente venezolano, Hugo Chávez.
Pero ahora, con camisa celeste y una postura más moderada, ha jurado ante la Biblia que respetará la democracia y la Constitución, y prometió un manejo prudente de la sólida economía del país.
En busca de los votos
El candidato, que creció en una familia de ocho hermanos con la figura influyente de su padre marxista, irrumpió en la política en 2000 cuando lideró una rebelión contra el agonizante gobierno de Alberto Fujimori.
Luego de pocos días de insurgencia, fue apresado, pero tras la destitución de Fujimori recibió una amnistía del Congreso. Entre 2003 y 2004, fue enviado como agregado militar en las embajadas de Francia y Corea del Sur.
Durante su campaña, Humala no cesó en remarcar las diferencias con su rival, a quien acusa de ser la continuación del Gobierno de su padre, condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.
Según el director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica, Fernando Tuesta, lo que podría ayudar a Humala en estos últimos días es si "llega a tener un nivel de empatía emocional con los indecisos". Habrá que ver si lo logra...