ROMA.- La televisión estatal RAI buscaba hoy un nuevo director general, horas después de ser obligada a cancelar un programa satírico considerado ofensivo por varios sectores.
Pier Luigi Celli renunció ayer inesperadamente, calificando a la empresa como "ingobernable" y "terminada".
Pero el presidente del directorio, Roberto Zaccaria, dijo en una declaración que "La RAI no está en una tormenta y menos que nada es ingobernable. Estamos convencidos de que existen las condiciones y el potencial para trabajar bien y pacíficamente".
Zaccaria consideró que Celli, que condujo la RAI desde 1998, renunció por "razones en gran medida personales" y que próximamente sería designado un nuevo director.
Celli le había dicho al directorio que no podía ejecutar su programa de acción. Su dimisión se añadió a una serie de sacudones que experimentó la red de emisoras en los últimos tiempos.
Horas antes canceló el programa cómico "Satiricón", considerado ofensivo por unas escenas en un baño.
En octubre pasado, el director de noticias del principal canal de televisión de la RAI renunció por la reacción que causó la transmisión de imágenes de pornografía infantil en horario central.
Unas semanas después fue llamado un corresponsal en Jerusalén porque le envió una carta a la Autoridad Palestina en que criticó la decisión de una televisora rival de transmitir imágenes de un brutal asesinato.
Recientemente, un programa político fue criticado porque transmitió una riña entre un legislador y un ministro de gabinete.
