PARIS.- El fiscal del Tribunal de Apelación de París defendió que el cuadro "Jardin a Auvers" es de Van Gogh y no una copia, como se rumoreó tras su subasta en 1992, por lo que pidió que se rechace la anulación de su venta solicitada por sus actuales propietarios.
El cuadro tiene hoy un valor en el mercado de 3,8 millones de euros, mientras que su comprador, Jean Marc Vernes, pagó 8,8 millones de euros en 1992, poco antes de que se abriese una polémica sobre su autoría.
Los herederos del comprador, fallecido en 1996, solicitaron la anulación de la venta por considerar que las dudas expresadas desde las páginas de ciertos diarios, en particular de "Le Figaro", impidieron adjudicarlo en la subasta organizada por el perito Jacques Trajan en 1996, junto a otras pertenencias de Vernes.
Para la fiscal Brigitte Gizardin, los argumentos a favor de la autenticidad del cuadro "superan con creces los de sus detractores" e imposibilitan dar curso a la demanda de nulidad.
Durante la vista, que se prolongó hoy durante casi cinco horas, el abogado del perito tasador Jean-Claude Binoche, organizador de la subasta de 1992, desmontó los argumentos del crítico de "Le Figaro" y estimó que "la duda periodística no puede ser alegada como causa de nulidad de una venta".
La sentencia se conocerá el próximo 7 de mayo, pero ya el año pasado el Tribunal de Gran Instancia de París se negó a anular la subasta del "Jardin a Auvers" por considerar que "la naturaleza de la controversia" surgida tras su venta en 1992 no podía cuestionarla.
Por su parte, el abogado de la familia Walter, propietaria del polémico cuadro hasta 1992, afirmó que "los Vernes se habían dejado engañar y confundir por Le Figaro", expresó su sorpresa de que no lo hubiesen denunciado y les acusó de "haber adoptado, incluso, una actitud de connivencia".