SANTIAGO.- Lo del viernes 23, por la noche, en las cercanías de La Moneda, será una huella imborrable, casi como un gesto de desagravio -han insistido varios poetas, encabezados por Ernesto Cardenal- por lo ocurrido en septiembre de 1973.
De hecho el propio sacerdote nicaragüense aclaró el motivo de su visita: "Estoy aquí porque me dijeron que podría leer poemas en el balcón de Salvador Allende, donde recuerdo un salón rojo antes de salir a la calle (...) Escribí un poema dedicado a él, cuando se dirige al pueblo y de fondo se escucha el ruido de las bombas".
Cardenal y el resto de invitados extranjeros y chilenos se reunirán a las 20.30 en los balcones del palacio presidencial. En medio de recitales, reflexiones y cánticos, el cielo gris de este marzo otoñal se verá blanquecino por los 100 mil marcalibros que volarán con versos de 50 poetas jóvenes de todo el país.
Esta iniciativa corre por cuenta de un grupo de vates de la revista "Casagrande", que arrendó un helicóptero para lanzar los papeles por el centro de Santiago, gracias a los fondos recogidos en el espectáculo Solsticio diciembre 2000.
Tras el bombardeo de poesía, sus organizadores invitan a una fiesta en la discoteque Plaza Italia (metro Baquedano, a las 22.30), donde recaudarán dinero para financiar gigantografías en el Metro de Santiago, editar el número 8 de la revista (distribución gratuita, con 500 ejemplares) y producir un CD rom, que reúna información de "Casagrande" con textos y fotografías.
El equipo de esta "lluvia de poemas" ya ha realizado actos literarios en anteriores ocasiones, como la cita Poesía en el Metro de Santiago (2000), con la difusión de 35 escritores nacionales.