LIVERPOOL.- La reina Isabel II hizo este jueves dos escalas relacionadas con los Beatles en Liverpool: la inauguración de una nueva terminal de pasajeros en el aeropuerto John Lennon y una visita a una muestra de pinturas de Paul McCartney.
En el terminal del aeropuerto, construida a un costo de 32 millones de libras (48 millones de dólares), la reina se reunió con Yoko Ono, viuda del Beatle asesinado, y contempló una estatua de bronce de Lennon de tamaño natural.
Vestida con abrigo turquesa y sombrero, la reina habló con Ono y con el escultor Tom Murphy, creador de la escultura. Ono, que estaba vestida con un traje sastre blanco, aretes de diamante y gafas oscuras, dijo luego que "John se habría sentido muy orgulloso y honrado".
Tras un breve discurso a cargo del presidente del aeropuerto, Robert Hough, la reina develó una placa conmemorativa y firmó el libro de visitantes antes de salir rumbo a la galería de pinturas Walker para reunirse allí con McCartney.
El ex Beatle de 60 años mostró a la monarca varias de sus 70 pinturas y esculturas, y dijo luego: "Creo que le gustaron. Dijo que eran muy coloridas, y eso yo lo interpreté como un gran elogio".
Antes de la visita real, los curadores de la muestra retiraron de la galería tres retratos de la propia soberana, uno de ellos titulado "La reina después de su primer cigarrillo".
El artista, que llegó acompañado de su flamante esposa Heather Mills, dijo que no habría tenido reparos en mostrarle los retratos a la reina. "Están pintados con mucho cariño y ella tiene un buen sentido del humor", declaró a la prensa.