LE CATEAU CAMBRESIS, Francia.- Los aficionados al arte relacionan el nombre de Henri Matisse (1869-1954) sobre todo con museos en París y Niza. Pero también en la ciudad natal del artista, Le Cateau Cambrésis, localidad de 7.500 habitantes ubicada en el norte de Francia, los seguidores de Matisse encontrarán sus obras.
Tras dos años de restauración, el único Museo Matisse fundado cuando el artista aún vivía y que dispone de la tercera mayor colección del mundo, abre sus puertas este viernes en el lujoso Palacio Fénelon. Los trabajos de reformas y ampliación costaron 13,34 millones de euros (similar en dólares).
Detrás del portal de entrada de estilo neoclasicista, con forma de arco de triunfo, se levanta majestuoso el Palais Fénelon, antigua residencia de los obispos de Cambrai. A la derecha y a la izquierda del edificio con una suntuosa fachada, se levantan las alas laterales de ladrillos rojos.
En este palacio, también llamado "perla del Norte", diez de los 17 salones están dedicados a Matisse, apodado "el maestro del color".
Del museo original sólo quedan las paredes exteriores. La superficie fue ampliada de 900 metros cuadrados a 2.500, y al edificio del Siglo XVIII se le añadieron las alas laterales.
Los salones, en los que se encuentran más de 300 obras, están ordenados de acuerdo al siguiente principio: Los grandes ventanales de los salones dedicados a Matisse dan al bello parque en el norte del edificio y son inundados suavemente por la luz del día.
Los salones, en los que se ven obras de Auguste Herbin (1882- 1960), uno de los principales representantes de la abstracción geométrica, se encuentran en la parte nueva del museo.
Numerosas claraboyas y una decente iluminación de techo lanzan una tenue luz sobre las obras, expuestas cronológicamente.
Impresiona sobre todo el pequeño anfiteatro, en el que se encuentra una copia de la obra en vidrio de gran formato "La Joie" de Herbin. La obra está compuesta de 104 piezas y 13 colores, sobre todo en tonos rojos, azules y amarillos.
"Los ciudadanos de Cateu, a los que abandoné tan rápidamente para seguir mi destino, quisieron honrar mi trabajo con este museo. Les agradezco por ello", escribió Matisse con motivo de la inauguración del museo el 8 de noviembre de 1952 a los habitantes.
Matisse, que nació en ese pequeño pueblo el 31 de diciembre de 1869 y más tarde se trasladó al sur de Francia, regaló al museo 82 obras, y a la escuela que lleva su nombre, una de sus pocas obras monumentales en vidrio, "Les abeilles".
En el transcurso de los años, esta colección se amplió considerablemente sobre todo por las generosas donaciones de los herederos de Matisse. Cuando Herbin visitó el museo en 1955, le entregó 24 pinturas, dibujos y esculturas.
El museo, que se fundó dos años antes de la muerte de Matisse, se trasladó en un principio al ayuntamiento de Cateau Le Cambrésis. Matisse se ocupó personalmente de ordenar los cuadros.
"Tenía la impresión de estar con un verdadero jefe. Un hombre extraordinariamente cortés, pero decidido y convencido de sus ideas. Tenía ya todos sus planes para el museo en la cabeza", recuerda Ernest Gaillard, iniciador del Museo Matisse.
En 1982, el museo se trasladó finalmente al Palais Fénelon. Pero la amplia donación de Alice Tériade, esposa del conocido editor de arte, de más de 500 grabados de Picasso, Chagall, Matisse, Gris, Léger, Le Corbusier y Bonnard, así como la aportación de la pintura del techo, que refleja a los tres nietos de Matisse, Claude, Gerard y Jacqueline, hicieron que el lugar ya no alcanzara.
En 2.500 metros cuadrados, la tercera colección más grande de obras de Matisse tiene ahora suficiente espacio y puede competir con las colecciones del Centre Pompidou de París y el Museo Matisse de Niza.