LONDRES.- Enojados organizadores y las concursantes del certamen de belleza Miss Mundo dijeron este lunes que han sido chivos expiatorios de los disturbios religiosos en Nigeria, en los que hasta el minuto han muerto más de 200 personas.
Después de que los planes de celebrar el concurso en Nigeria generaron fuertes protestas en el norte del país, los organizadores decidieron trasladarlo a Gran Bretaña, pero también allí chocaron con una tormenta de protestas, con la prensa y grupos que los acusan de tener las manos ensangrentadas.
La organizadora Julia Morley dijo que las muertes ocurridas no tienen nada que ver con el certamen de belleza, sino que fue obra de un periodista que desató la ira de los musulmanes al decir que el profeta Mahoma probablemente se hubiera casado con una concursante de Miss Mundo.
"Lo siento mucho por los disturbios, pero también lamento mucho que nos hayan involucrado ya que no es culpa nuestra", dijo una frustrada Morley a Reuters, en Londres.
"Un periodista provocó este problema y esperamos que la prensa pueda corregirlo", dijo la organizadora, quien instó a la prensa internacional a apoyar el concurso cuando se celebre en Londres el 7 de diciembre.
Morley indicó que no esperaba represalias en Gran Bretaña como resultado de la violencia nigeriana, y tampoco espera que el certamen sea un blanco del terror.
El gobierno de Nigeria lanzó todo su peso tras el concurso de Miss Mundo, con la esperanza de mejorar la imagen del país e impulsar el turismo en una nación totalmente dependiente de las exportaciones de petróleo para la entrada de divisas.
Sin embargo, los planes fracasaron. Los disturbios surgieron la semana pasada en la ciudad de mayoría musulmana de Kaduna después que un periódico indignó a los musulmanes al decir que el profeta Mahoma probablemente se hubiese casado con una reina de belleza de Miss Mundo.
Grupos feministas demandaron el lunes la cancelación del concurso en Londres y dijeron que si el certamen proseguía, las participantes "estarán vistiendo trajes de baño manchados de sangre".
Además, los organizadores han confrontado problemas para encontrar un local apropiado para el evento, debido a que los teatros Royal Albert Hall y Earls Court de Londres ya están comprometidos.
La ex actriz Glenda Jackson, ganadora de un Oscar y ahora miembro del Parlamento, exhortó a suspender el concurso. "Lo mejor que pueden hacer después de esos acontecimientos fratricidas y sangrientos es cancelar la competencia", declaró.
La feminista australiana Germaine Greer declaró que la perspectiva de celebrar el evento en Londres era "horripilante", mientras que la escritora Muriel Gray dijo: "Esas chicas estarán vistiendo trajes de baño manchados de sangre".
La novelista Kathy Lette dijo que el concurso es como "un cargamento de desperdicios nucleares despreciado por todos".