LONDRES.- Marc Quinn, tan famoso como polémico escultor británico, trabaja actualmente en cinco esculturas en bronce y de tamaño natural de la modelo Kate Moss.
Quinn suscitó una fuerte controversia recientemente con la escultura en mármol de una mujer real llamada Alison Lapper, víctima de un defecto de nacimiento, embarazada, sin brazos y con las piernas cortas.
La escultura de Alison desnuda se colocó provisionalmente en uno de los plintos de la plaza londinense de Trafalgar.
De esa mujer deforme, Quinn ha decidido pasar, según el dominical "The Sunday Times", a Moss, a la que considera "la auténtica belleza icónica, la Afrodita de nuestra época".
La primera escultura de la modelo se presentará por primera vez al público dentro de dos semanas en una galería de arte de la ciudad holandesa de Groningen.
Las cinco esculturas aparecerán juntas en abril de 2007 en una exposición programada en la conocida galería Mary Boone, de Nueva York.
Quinn hizo un primer modelo en mármol del cuerpo de Moss, a la que representa en una posición de yoga, con las piernas detrás de la cabeza.
Moss, cuya carrera sufrió un revés después de que la prensa británica revelara sus supuestos problemas de drogas, parece fascinar a los artistas británicos.
Así, un desnudo de la modelo pintado por Lucian Freud se vendió por cerca de seis millones de euros en 2004.
En 2002, varios miembros del grupo de jóvenes artistas británicos, entre ellos Tracey Emin y los hermanos Chapman, produjeron obras inspiradas en Moss, que se presentaron en una exposición colectiva en la galería Barbican, de Londres.
Moss posó para Quinn hace unos meses antes de que estallara el escándalo por su supuesto consumo de cocaína junto a su ex novio, el cantante Peter Doherty.