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El vertiginoso baile de Original Hamster 11/2/2006

11 de Febrero de 2006 | 00:00 |
Canta con Jorge González, graba con Uwe Schmidt, toca con Gepe, hace un disco con canciones sobre marketing y powerpoint, lo editan en México y California, en vivo es un rompecabezas de mil piezas en movimiento, se pasa meses del año tocando en festivales del mundo y aún así Vicente Sanfuentes, el músico más inquieto del momento, cree que está perdiendo el tiempo. Este es el ritmo de Original Hamster.

Original Hamster
No entrar, hamster trabajando: "La monotonía me puede matar. Si no hay aventuras rápidas me muero", dice Vicente Sanfuentes.
Paulina Cabanillas F.


Si hubiera que imaginar a Original Hamster en su más tierna infancia, probablemente se vendría a la mente la imagen de un niño que desarma los enchufes, el control remoto o cualquier aparato eléctrico a su alcance. O bien su contraparte, un infante que se engolosina armando figuritas con las piezas de un set de Lego o un rompecabezas de mil piezas. Y hoy, ambas imágenes calzarían, si es que se hace el ejercicio, cuando se le ve en sus presentaciones.

Provisto de su laptop y de máquinas de abundantes perillas, Vicente Sanfuentes, el hombre detrás del hámster original, organiza una orquesta electrónica desde la improvisación. Graba su voz y una serie de sonidos del computador, los fusiona con otros ruidos y reproduce una y otra vez de las más diferentes maneras. Así, arma desde el desarme música con su sello particular y, literalmente, irrepetible: rápida, de ritmo disparatado, giros en apariencia desarticulados y con mucho sentido de humor.

A los once años empezó poniendo música en las fiestas de sus amigos. Trabajó siete temporadas en publicidad y desde hace cuatro es parte de Hermanos Brothers, su dúo de hip-hop con Pedro Subercaseaux. Hoy es socio del prolífico productor musical Gonzalo González en el sello Mutante Discos, trabaja con Atom Heart en un disco de acidtón, una peculiar mezcla entre reggaetón y house que surgió en el festival Mutek 2005 de Canadá, y elabora un disco de covers de Los Hijos de Putre con Hermanos Brothers y Jorge González.

Y hay más. A todo lo anterior se suma su nuevo disco, Trendsetter and the followers, sucesor de Westkoast hardocker (2002), que será lanzado en marzo en Europa y EE.UU. Editado por el sello californiano Tigerbeat6, el disco trae un segundo volumen, Original Hamster presents: Celebrity Endorsements, con remezclas de invitados como Jorge González, Atom Heart, Pánico y el músico francés Krikor. Algunas de sus recientes actuaciones fueron en el Encuentro Internacional de Música Actual, EIMA, donde entre el 18 de enero y el 2 de febrero tocó con Icalma, Gepe, Holden, The Married Monk y otros grupos en Valdivia, Concepción y el capitalino centro cultural Matucana 100.

–¿Qué te pareció tu actuación en el EIMA?
"Me pareció increíble, encuentro que lo que hizo (el productor Philippe) Boisier fue súper pro. Subirse a un bus con Gepe, con Holden, con Icalma, todos conversando en backstage, creo que fueron los mejores momentos. Mucho más allá de los lugares y de tocar, para mí tiene más importancia la relación que genero con los artistas".

–Ahí se dieron asociaciones bastante inesperadas. ¿Cómo fue tocar con Gepe?
"Yo nunca había invitado a nadie a mi show, eso fue bastante ‘pivotal’ en mi lógica tan cerrada de trabajo. Me encantó que Gepe me dijera ‘súbete a tocar’, que me haya considerado como instrumentista, no como siempre aparezco en los discos, invitado a producir, a grabar o a mezclar. Además me gustó el acercamiento musical y de amistad que tiene Gepe con sus músicos. Te das cuenta de que él sigue trabajando con los amigos con los que empezó a hacer música en su barrio, que son Sebastián Sampieri y Pablo Flores".


Diez mil sampleos y un disco para bailar

–¿Qué tan diferente es tu disco nuevo del primero?
"Éste es doble. El primero lo hice en cuatro meses y éste en dos años. El primero es así como ‘carne a la parrilla, vamos’, estaba aprendiendo y tenía libertad. También que estudié música entre un disco y otro. Estudié teoría, armonía, todo, me enfoqué en aprender el lenguaje. Antes era todo muy intuitivo como ‘ya, quiero hacer música… no tengo idea cómo, pero bueno…’".

–En el primero hay un pedazo de la canción de Miguelo, "Filo contigo".
"Ah, verdad".

–Ya ni te acuerdas de lo que hiciste.
"Es que ese disco debe tener fácil, sin broma, diez mil sampleos. En el de ahora no hay ningún sampleo. Son canciones, temas. El primero tenía un hilo conductor que era como reírme del hip-hop, de la tecnología, los computadores. Nunca pensé que era un disco para bailar, además no bailaba tanto en esa época. O quizás bailaba pero no estaba como para hacer un disco bailable".

–¿Y ahora bailas mucho?
"Sí, me gusta demasiado bailar".

–¿Pero bailas de todo?.
"Sí, a mí me gusta la música".

–¿Bailas salsa?
"No sé bailar salsa, pero si me pones una la bailo. Si escucho bachata, reggaetón, Juan Luis Guerra y Yoskar Sarante".

–O sea, la música que uno baila en los casamientos no te incomoda.
"No. Bueno, depende un poco. He estado en matrimonios en que lo paso la raja, pero en general le tengo mucha fobia la música poco relevante, a la que se hizo de manera poco importante. Si me pones una canción que es extremadamente pichulera, ya, igual la disfruto, pero si suena el Puma Rodríguez bailo como enajenado porque son buenas canciones. En cambio si me pones ‘Se la llevó el tiburón’ ("El tiburón", de Los Ilegales), mmh… en una de esas igual la bailo (risas)".


"Las buenas canciones, que te inspiran o te emocionan, son las que están bien arregladas"

"Éste es un disco más para bailar, me concentré en qué me gusta del baile. En ese sentido es mucho más cerebral que el primero. Como que dije ‘ya: voy a hacer temas así’, escribí las letras, las pocas que tiene, y además me basé en conceptos".

–¿Como cuáles?
"Es un disco que habla mucho sobre el marketing, sobre mi paso por la publicidad, por lo penca que es, por la clasificación de las personas. Traté de meter cada idea que tengo sobre el marketing en cada canción. El disco se llama Trendsetter and the followers, que es como te dividen un poco los publicistas según qué tipo de consumidor eres, de los capaces de probar un producto o de los que siguen a los demás".

–¿Por qué decidiste estudiar música?
"Porque me ha tocado grabar con músicos, y transmitirles lo que quería decir me era difícil. También un poco por perfeccionista, porque me empezó a dar lata que ciertas notas chocaran y no saber por qué. Por ejemplo, ahora grabé el disco nuevo del Sr. Coconut (uno de los alias del músico alemán Uwe Schmidt) en Alemania y yo sabía perfecto cuándo los músicos no tocaban una nota del arreglo o tocaban la nota incorrecta. Entonces me sirve para trabajar mucho más rápido".

–¿En qué clases específicas estuviste?
"En arreglos, que es algo que yo creo que todos los productores o ingenieros deberían manejar hasta cierto nivel. Muchas veces llega un grupo con canciones mal arregladas. Por ejemplo, canciones con dos bajos. Yo les digo ‘¿para qué quieres canciones con dos bajos? Elige uno’. Después de un rato te das cuenta de que las buenas canciones que te gustan, que te inspiran o que te emocionan, son canciones que están bien arregladas, bien compuestas, bien grabadas y bien interpretadas".

–¿Qué tan disponible va a ser el disco considerando que no lo editas acá?
“Es raro porque antes yo sacaba un disco y vivía por el disco. Ahora saqué el disco y es como un cacho, que hay que promocionarlo y todo eso. El disco me gusta súper harto, pero lo terminé hace tanto rato que ahora siento que estoy en otra volada. Hace rato que dejé de exigirme publicar en Chile, no veo un motivo por el que tenga que publicar en Chile. No toco tanto en Chile y no me conocen tanto".


Jorge González y la prueba de Stevie Wonder

Otra actuación reciente de Original Hamster es la que dio en el muelle Barón de Valparaíso en enero, como parte del festival Sundeck y a dúo con Jorge González.

"Estuvo bueno. Nos pidieron que tocáramos juntos y Jorge es como muy ‘ya, démosle, algo haremos, algo inventaremos’. Nos juntamos dos días antes en mi casa y vimos cómo combinaba lo que queríamos hacer. Yo baso mi show súper harto en mi voz, pero si a mí me pifian soy capaz de convertir las pifias en risas en cinco segundos".

–Como lo hiciste en Matucana 100.
"Me ha pasado que me pifean, grabo la risa y la empiezo a tirar y los locos quedan así como ‘no lo podemos ni pifiar’. Yo tengo aplausos grabados por si acaso. Fanfarrias, aplausos, cualquier cosa. El de antes era un show mucho menos amigable que el que hago ahora, si he transado con lo que estoy haciendo. En las presentaciones anteriores nunca miraba al público y me enloquecía metiendo ruidos".

–¿Cómo es la relación que tienes con Jorge?
"Jorge es una de las personas más educadas que conozco. Me tocó conocer su musicalidad grabándolo y ahí me di cuenta del oficio que tiene. Pero en mi cabeza rara vez voy a Los Prisioneros cuando estoy con él, nuestra asociación está más relacionada a Gonzalo Martínez, por cómo canta. Por eso era loco: cuando íbamos a hacer el show en Sundeck, él no quería cantar. Yo le decía ‘claro, si no cantas yo voy a tocar bajo’. ‘¿Pero cómo vas a tocar si no sabes tocar bajo?’, me respondía. ‘Bueno: tú sabes cantar y no quieres cantar. Es igual de decepcionante para la gente que tú no cantes y que yo toque bajo’. Al final de convenció solo y cantó igual".

–¿En qué va el disco de covers de Los Hijos de Putre que están haciendo con él?
"Va bien, está quedando súper rico pero es un proyecto que no tiene otro objetivo que hacer música juntos. Una de las cosas que me gustan de él es que no tiene ningún miedo a tirar en una fiesta tecno a Technotronic. Que de hecho si los pones en una fiesta te pifean. Jorge es capaz de disfrutar la música tomándola como un fenómeno cultural entretenido. Los otros la ven como ‘ah, sí, el último disco de Regecentram, el nuevo grupo de dos refrigeradores en Alemania’. Qué importa, la música es buena o mala. Es como que no pudieran decir ‘este tema es rico’ y disfrutar. Por eso yo siempre hago pasar a los músicos por la prueba de Stevie Wonder: si no les gusta o no son capaces de apreciar a Stevie Wonder es como ‘loco, no te emocionai en la vida’".


Web, software, labels y creative commons: "Antes con tocar la guitarra y tomarse unos ácidos era suficiente"

–¿Qué música estás escuchando ahora?
"De acá, a Gepe y Colectivo Etéreo. Ellos son súper buenos, pero pueden ser mejores, como todo músico. Para ser un primer disco es, caramba, muy bueno, me gusta la historia que hay detrás de ellos".

–Estás relacionado con el circuito de CHC, Yaia, Iwannawin, pero te estás desmarcando un poco. ¿Por qué?
"Porque sonoramente estamos en universos distintos, pese a que yo soy mega fan de ellos. Además decidí dedicarme a Original Hamster porque creo que los grupos van creciendo con el tiempo, la gente va asumiendo el sonido. Cuando uno tiene un grupo, tiene que tocar con el grupo, salir con el grupo, tomarse fotos con el grupo, ensayar con el grupo, dar entrevistas con el grupo, porque eso es lo que te exige la plataforma mediática. O puedes ser Atom Heart y sacar quinientos grupos distintos y apostar por eso".

–¿Y cómo ves a esos grupos ahora?
"Supe hace un par de días que Pedro (Subercaseaux, también integrante de Hermanos Brothers, CHC y Yaia, entre otros) va a producir el disco nuevo de Makiza, y lo encuentro increíble. Creo que son mega talentosos, y son el reflejo exacto de que acá no hay una industria musical media. Hay una grande que vende ciento cincuenta mil copias de no sé qué, pero la industria media desapareció. ¿Quién es el grupo medio en Chile? Solar, Leo Quinteros, CHC, Gepe. CHC va a hacer su tercer disco, llena conciertos, es conceptualmente atractivo y nadie lo pesca. Está el disco que yo tengo con Jorge González: nadie se interesa. Y si tú lo pones en un plano racional es, oye, para un poco: este loco (González) vendió un millón y medio de discos, estos pendejos (Hermanos Brothers) se ganaron un premio en MTV a los 22 años, uno (Subercaseaux) es un productor que hace no sé cuántos discos y todos suenan la raja, y el otro (Original Hamster) toca en festivales en todo el mundo. Y con canciones de Los Hijos de Putre. Loco: uno más uno es dos. Pero nadie se interesa. La gente lo va a bajar igual de internet y yo estoy muy pro-piratería, porque si buscamos el salvoconducto del sello no lo vamos a encontrar. Entonces qué es lo que hay que hacer: hay que organizar internet, organizar Creative commons, pero con suerte yo puedo hacer música. Aprendí a hacer páginas web hace una semana, tengo que lidiar con el software, con la teoría musical, con los sellos de afuera, con los idiomas y ahora con web. Antes con tocar la guitarra y tomarse unos ácidos ya era suficiente".

–¿Pero por qué crees que ahora te están entrevistando tanto?
"Porque claro, van, ven el medio show y dicen ‘ah, esto está bueno, es nuevo’".

–Pero ya estás hace rato dando vueltas.
"Llevo como dos años en la cuestión. Y tengo dos carreras, una carrera en disco y otra en vivo. Pero afuera ha podido cuajar y aquí no".

–¿Por qué crees que pasa eso, aparte de lo que ya me dijiste de los sellos?
"Porque afuera es un camino más pavimentado. Parece ser que hay políticas gubernamentales que permiten la existencia de sellos pequeños, o hay artistas que ayudan a que existan. Puede ser que haya tanta cocaína y marihuana en Chile que hace que la gente tenga otros intereses estéticos, no tengo idea. También que hay una gran brecha cultural y en Chile la gente no pudo escuchar a Kraftwerk en su tiempo, no sé. No es malo, no es bueno, es lo que es, no más. Y entiendo eso porque un músico electrónico no calienta a nadie".

–Sin embargo igual te va bien afuera. ¿Ahora estás más satisfecho ahora con lo que haces y cómo van las cosas?
"Sí, pero tuve que organizar mi sistema para otro formato, inventar otra cosa, porque sabía que no podía seguir tocando en La Trova, cachaba que estaba solo. Y a mí todavía se me cae la baba por tener una escena con la cual compartir".

–¿Y acá con quién puedes tocar? Bueno, ahora con Gepe, pero son súper distintos. No es una escena.
"Sí, es algo muy loco. Gepe es una persona que piensa parecido a mí, pero estéticamente somos demasiado distintos. No conozco a gente que esté haciendo algo que sea primo hermano de lo mío, entonces estoy siempre obligado a una combinación bizarra. A ver… una vez mezclé un tema de Solar, ‘Todos están locos’. También hice una versión de ‘Chi, bah, puta la hueá’ (de los Pettinellis)…"

–¿Te alcanza el tiempo para todo lo que haces?
"No, si no es tanto, te juro. Realmente siento que estoy perdiendo el tiempo en mi vida".

–Ya. ¿En serio?
"En serio, veo demasiadas películas, ando demasiado en skate, tomo mucho café y siento que pierdo el tiempo como loco. Hago hartas cosas pero no se me calma esa cosa que tengo"

–Que eres divertido…
"¿Así que encuentras divertida mi música, lo que yo hago?"

–No lo digo en sentido peyorativo. Sólo creo que tu música es muy parecida a ti.
"El otro día estaba pensando, después del show de Mutek, en que si hay algo que me gustaría incorporar a mi música es la pasión que he tenido toda mi vida por el humor, por los cómicos. Me gustaría incorporarlo, pero no como parar la música y hablar un rato. Incorporarlo como a nivel de guión".

–Oye, ¿y a qué hora te acuestas?
"No pienso responder esa pregunta. Me acuesto súper tarde, eso sí. Es que ahora por el calor trabajo más de noche, pero tengo un bronceado computacional heavy. También estoy con el estudio (de grabación), las cosas están andando desde acá. Necesito esas epifanías en mi vida, como que algo va a pasar pronto, porque o si no la monotonía me puede matar. Si no hay aventuras rápidas me muero".

Más actividad en www.originalhamster.com

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