Plácido Domingo y la soprano alemana Diana Damrau cantan durante el concierto (Foto: EFE). |
MÚNICH.- El tenor español Plácido Domingo y 500 músicos protagonizaron el martes frente a 25.000 personas reunidas en el Estadio Olímpico de Múnich la inauguración cultural del Mundial de fútbol de Alemania 2006.
En el concierto "3 orquestas y estrellas", la FIFA, el estado de Baviera y la Radio Bávara reunieron a las tres orquestas más importantes de Múnich con solistas internacionales.
Tras la cancelación de la gala inaugural en Berlín, Múnich tomó la posta, sostuvo el moderador Reinhold Beckmann al inicio de la gala.
A pesar de las heladas temperaturas de la "noche primaveral polar", la Orquesta Estatal de Baviera, la Filarmónica de Múnich y la Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara tocaron durante casi tres horas bajo la dirección de Zubin Mehta, Christian Thielemann y Mariss Jansons, respectivamente.
Alternando y a veces sumando fuerzas, interpretaron fragmentos de las óperas de Richard Wagner "Tannhäuser" y "La Valquiria", "La Traviata" de Giuseppe Verdi y de la cantata "Carmina Burana" de Carl Orff.
La división de trabajo no fue nada difícil, dijo Thielemann. "Los tres somos muy solidarios y se trataba de un evento relajado".
"El mundo entre amigos"
El concierto y la recepción que se celebró por la tarde para invitados y protagonistas internacionales del Mundial, marcan la "inauguración" social y cultural del evento futbolístico, aseguró el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber.
Baviera se tomará muy en serio en los próximos días el lema mundialista "El mundo entre amigos", añadió. De hecho, los invitados de países africanos y asiáticos se encontraron por la noche en el Estadio Olímpico con mantas en sus asientos.
También pop
Con la banda Söhne Mannheims también la música pop estuvo presente. El líder de grupo Xavier Naidoo se mostró entusiasmado por poder actuar con grandes figuras de la música clásica. Con el grito: "Dejen las mantas", hicieron entrar en calor al público, al que incluso hicieron hacer la ola.
Previamente, los organizadores habían puesto a prueba la paciencia de los espectadores del espectáculo al aire libre con una pausa de 45 minutos. Por todo el estadio resonaron los silbidos.
Pero la larga pausa también tuvo su ventaja: luego estaba oscuro y las luces de la torre olímpica conformaban junto con la iluminación del escenario un decorado impresionante.
Cosas en común
El tenor Plácido Domingo, aficionado al fútbol y socio del Real Madrid, se mostró encantado con la combinación de fútbol y música clásica. "La música y el fútbol son dos cosas que todas las personas en el mundo tienen en común".
El cantante reveló además que el ex futbolista alemán Franz Beckenbauer, presidente del comité organizador y presente en el estadio, es tan aficionado a la ópera como él al fútbol.
Y una vez más, Domingo manifestó sus deseos de que "España y México lleguen lejos" en este Mundial.
Junto a la soprano alemana Diana Damrau cantó un fragmento de "La Traviata" y espontáneamente se puso a bailar el vals con ella. Damrau aseguró luego que el español estuvo "fenomenal" como bailarín.
El pianista estrella chino Lang Lang entusiasmó al público con su agilidad. Tanto, que hasta Domingo se mostró fascinado: "A veces creo que tiene veinte dedos".
Al final, los 500 participantes tocaron y cantaron sobre el escenario grandes canciones vinculadas al fútbol como "You’ll never walk alone" y "We are the Champions". Mientras, fuegos artificiales despedían la velada.
