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Marcelo Piñeyro: El director de "El Método" cuenta cuál es el suyo

Este director argentino es uno de los más importantes de su país, a pesar de que siempre ha criticado a la industria argentina.

27 de Agosto de 2006 | 14:14 | Alejandro Herrero, enviado especial
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(Foto: Emol).
VALDIVIA.- En "El Método", una adaptación de la obra teatral "El método Grönholm", sus protagonistas enfrentan el difícil proceso de la selección de personal para conseguir un trabajo.

Un proceso que Marcelo Piñeyro, su director, vivió con éxito en 1993 cuando estrenó su primer largometraje "Tango feroz", una producción que se transformó en un éxito (es una de las más vistas en la historia del cine argentino) y le permitió iniciar una elogiada carrera como realizador.

Ahora está en Valdivia como parte de la competencia de largometrajes, luego de un exitoso pasó por los Goya, donde ganó dos, y positivas críticas de los medios hispanos.

Piñeyro comenta que "tomamos la idea de la obra de teatro, pero después reescribimos todo. Son otros personajes, no hay ninguno en común con la obra teatral".

"Escribí el guión con Mateo Gil, el guionista de Amenánabar, y a los dos nos pasó lo mismo: lo que nos gustó fue tomar el proceso de selección porque nos parecía que ahí se podía hablar de determinados comportamientos de modo totalmente natural, con mucha fluidez porque todo esta expuesto", agrega.

El director explica que la historia no busca mostrar el lado más oscuro de las personas: "Los personajes no son seres viles, lo que es vil son las reglas del juego. Los tipos se defienden como pueden con el ‘armamento que tienen’, nuestra intención era sacar una instantánea de un momento de la sociedad, decir así estamos, ¿Nos gusta?".

Esto ha provocado que, según dice Piñeyro, que "en todos los sitios que se ha dado es una "peli" que genera mucha polémica y cuando termina la gente tiene que salir a discutirla".

Historias sociales

La filmografía de este director presenta obras que muestran un discurso social fuerte, por ejemplo en "Cenizas del paraíso" habla de "lo que más estaba dañando a la sociedad argentina, lo que era más irreparable, que era lo que se estaba haciendo con la justicia".

Otra de sus películas "Caballos salvajes", una historia sobre un asaltante y un ejecutivo bancario que se transforman en socios de un robo, "generó resistencia en Argentina por mostrar lo que estaba sucediendo".

La posibilidad de sólo filmar una buena historia, neutra, la ve lejana: "Sin tener nada contra eso, es lo que me sale. Cuando me pongo a trabajar en las historias no tengo conciencia de lo que estoy señalando, pero eso tiene que ver conmigo como persona, antes que como director de cine, que son las cosas que me preocupan de la sociedad en que vivo".

"No considero que sea obligación del cine señalar estas cosas, pero a mí me surge así y, además, me preocupa mucho de que sea una buena historia, que tenga una comunicación con el espectador y tenerlo atrapado cono lo que estoy contando", agrega.

Dupla laboral


Con Pablo Echarri hay sólo una relación laboral y no una amistad, precisa el director.(Foto: La Segunda).
Pablo Echarri es uno de los galanes del momento en Argentina, principalmente por sus roles en teleseries como "Resistiré". "El método" es la segunda película en la que trabaja con Piñeyro, pero el director niega que éste sea el inicio de una sociedad como la de Tim Burton y Johnny Depp.

"Ellos dos son amigos y nuestra relación es sólo laboral. Hemos hecho dos películas (la otra es "Plata Quemada"), me parece que es un gran actor, muy conocido en televisión, pero el cine le plantea problemáticas distintas como actor y los resuelve maravillosamente”, explica Piñeyro.

"En El Método tenía un papel difícil, pero yo tenía clarísimo que podía interpretarlo muy bien, que sabría cómo hacerlo", comenta.

De lejos mejor

El nombre de Marcelo Piñeyro entre los organismos estatales del cine argentino, provoca más de un escalofrío por sus críticos puntos de vista.

"Me he sentido siempre como un ‘outsider’ del cine argentino, no formo parte de sus instituciones y de sus miradas, estoy en un camino al margen y he tenido muy crudos enfrentamientos con el instituto del cine… cambian a sus directores y me sigue pasando lo mismo", cuenta.

Este cuestionamiento no impide que sienta una cercanía con algunos nuevos realizadores, que le parecen "piolas" como Adrián Caetano y Lucrecia Martel.

Piñeyro cuenta que siempre ha tenido apoyo de privados para sus películas: "Nunca he tenido apoyo institucional, mi primera película fue financiada con aporte privado y he tenido la suerte de que les haya ido bien".

"Eso molesta, porque tengo mucha libertad para decir lo que quiera, pero también hay cosas incómodas, me ha pasado que me han invitado a festivales representando a mi país y el instituto del cine manda una carta diciendo que mi película no representa a Argentina", agrega.

Cuenta que ahora está trabajando en un nuevo guión, pero no quiere dar más detalles, sólo dice que: "No tengo un plan, son las historias que me dan ganas de contar, las películas que tengo ganas de hacer y no te sabría explicar, nunca, por qué quise hacer esta película y no esta otra".