LOS ANGELES.- Uno de los puestos en cuya designación hay más ojos puestos ya tiene elegido. La comediante Ellen DeGeneres será la encargada de conducir la ceremonia de entrega de los premios Oscar, que se realizará el próximo 25 de febrero.
DeGeneres tendrá la dura misión de suceder a ilustres conductores como Steve Martin, Billy Cristal y Whoopi Goldberg, además del controvertido Chris Rock y del último maestro de ceremonia, Jon Stewart.
Tras enterarse de su elección, la actriz norteamericana aprovechó de ensayar las bromas, que todo conductor de los Oscar debe saber desplegar por miles: "Había dos cosas que siempre quise hacer en mi vida. Una era ser anfitriona del Oscar y la segunda, recibir un llamado de Laura Ziskin. ¡No pueden imaginar cómo fue ese día!", dijo refiriéndose a la organizadora de la ceremonia.
Ziskin le tiene fe: "Ellen DeGeneres nació para ser anfitriona de los Premios de la Academia", aseguró.
La comediante, uno de los iconos del lesbianismo, era una de las favoritas de la crítica. Ahora, DeGeneres deberá demostrar que será capaz de asumir en buena forma el mayúsculo desafío, que implica mantener viva la atención de los espectadores y de la audiencia, y desarrollar en forma fresca y dinámica, una ceremonia de varias horas de duración.