MOSCÚ.- La Iglesia ortodoxa-rusa protestó hoy por segunda vez contra una exposición de arte moderno provocativo en el Museo Sajarov de Moscú.
Un portavoz de la Iglesia condenó varias obras de arte, entre ellas un Mickey Mouse en posición de Cristo, como "ofensa a los sentimientos religiosos".
Por el contrario, los curadores de la exposición "Arte Prohibido 2006" destacan que la muestra documenta casos de censura y autocensura en el mundo artístico moderno en Rusia.
"No se trata de religión", se defendió el experto Andrei Ierofeyev, quien reunió para la exposición en el Museo Sajarov veinte obras que fueron excluidas en 2006 de exposiciones oficiales.
Aseguró además que esto se puede atribuir tanto a la autocensura de los curadores como a alguna orden proveniente desde arriba sin justificación o base legal. "Si no hacemos público este problema, el margen de maniobra para el arte moderno se estrechará de forma catastrófica", dijo Ierofeyev.
La muestra forma parte de la II Bienal Internacional de Arte que se celebra actualmente en Moscú.
El portavoz de la Iglesia ortodoxa-rusa, Vsevolod Chaplin, aconsejó a fieles ortodoxos que denuncien la exposición y dijo "se trata de una violación de derechos, que debe ser prohibida".
El profesor de teología ortodoxo Andrei Kurayev pidió que se prohibiera trabajar a Ierofeyev y al director del Museo Sajarov, Yuri Samodurov. "Debería analizarse si tienen consciencia de sus acciones", señaló la fundamentalista Alianza de Ciudadanos Ortodoxos.
Al arte moderno contemporáneo le cuesta trabajar en la tradicional y conservadora Rusia. Cuanto más nacionalista se volvió el clima en el país en los últimos años, más aumentaron las protestas del Estado o de la Iglesia contra lo que consideran obras de arte blasfemas y pornográficas.
En 2003, un grupo de religiosos radicales destruyó la exposición "Ciudado, religión", también en el Museo Sajarov. Sin embargo, no fueron condenados los agresores, sino que el director Samodurov y los organizadores de la exposición tuvieron que pagar multas por "incitación al odio religioso".
El Museo Sajarov en Moscú administra el legado del disidente soviético y Premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov (1921-1989) y organiza exposiciones sobre la situación de los derechos humanos y civiles en Rusia.