SANTIAGO.- Como una obra de teatro "total" pero en miniatura, se podría definir a "El Capote", el próximo estreno del Centro Mori. Se trata de una apuesta visual con marionetas de 50 centímetros ambientada en el gélido San Petersburgo (Rusia) y que es animada con voces pregrabadas, música e imágenes de video.
La historia se basa en el clásico cuento del escritor eslavo Nikolái Gógol, que cuenta las desventuras del copista de documentos Akaki Akákievich Bashmachtin para conseguir el dinero que le permita arreglar su traje desgastado por los años, y sin el que es muy difícil pasar el invierno en la ciudad.
Para ello Akaki recurre a los servicios del sastre Petrovich, que le confecciona un capote nuevo, pero a los pocos días se lo roban, iniciando una historia llena de enseñanzas relacionadas con la injusticia social.
Made in Chile
La idea original es de la actriz Paola Giannini (Charly Tango), quien se unió con Aline Kuppenheim (Montecristo) para dar vida a "El Capote". Con ella formó la compañía Milagros. Posteriormente, se les unieron Tiago Correa (Vivir con 10) y Felipe Hurtado (Machos). Estos cuatro actores son los que manejan las marionetas con varillas detrás del pequeño escenario en que se mueven los personajes. Para no verse en el escenario, usan trajes negros que les permiten fusionarse con el fondo.
Giannini explicó a Emol que montar la obra (que se adjudicó un Fondart de 10 millones y medio de pesos) significó un trabajo duro, de varios meses, ya que todos los elementos que intervienen en ella, incluso la ropa de los muñecos, fueron confeccionados por los propios actores.
"Aline diseño los bosquejos de las marionetas y después las armamos entre las dos; Tiago ayudó con la escenografía y los muebles y Felipe, por ejemplo, hizo la música de la obra", dice la actriz.
Respecto del texto elegido, Giannini dice que optó por él porque fue uno de los que más la conmovió. "Me gustó mucho la historia, la fragilidad del personaje central y los secundarios (...) Es la historia de un hombre muy sencillo, que tiene una vida muy tranquila. Sin grandes frustraciones de emociones. Pero aparece el problema con su capote (abrigo), lo que lo obliga a cambiar. El capote simboliza la pasión y energías y las ganas de vivir para él".
La actriz piensa que la historia tiene un reflejo en la sociedad actual. "La injusticias sociales, que aborda la obra, son cosas que todavía están en el mundo. Por eso tiene un tono bien actual, además de que el cuento es universal".
Por lo mismo, puntualiza, la obra no sólo está dirigida a niños desde los siete años. Los adultos también pueden interiorizarse con su mensaje.