SANTIAGO.- Gustavo Cerati lo hizo de nuevo. El argentino no sólo llenó un recinto nacional por quinta vez en menos de un año. Cuando las aguas a su alrededor parecen ponerse especialmente nostálgicas, el ex Soda Stereo simplemente hace oídos sordos y lleva el barco exactamente donde quiere.
¿Alguién extrañó al trío esta noche? Quién sabe, pero al menos su ideólogo no.
En un Arena Santiago prácticamente lleno, Cerati cerró la pasada chilena de Ahí Vamos apelando precisamente a ese disco, desde el primer single "La excepción" (tras la entrada con la enérgica "Artefacto") hasta el gran éxito "Crimen".
Una etapa que el desgaste y la rutinización en ciertos pasajes del show bien dicen que, a fin de cuentas, ya era hora de ir cerrando.
La nostalgia, como es tradición en un tipo con más de dos décadas de trayectoria, por supuesto que tuvo su espacio, momentos que si bien estuvieron dados por un par de canciones de Soda ("Té para tres", "Nuestra fe", "Juego de seducción"), también por otras de los albores de su etapa solista, como "Bajan" y una muy rockandrollera "Vuelta por el universo".
Esos aires los retomaría parcialmente al final para cerrar con "Paseo inmoral" con un fragmento de "Jean Genie" (de David Bowie), e intervenir "Prófugos" con riffs de escuelas como Credence.
La cortina se bajó con "Jugo de luna" y, con ella, las visitas de Cerati promocionando Ahí Vamos, su tan comentada fase "post electrónica". ¿De qué se tratará la próxima? Con Cerati ninguna puerta parece estar cerrada. Ninguna.