Dibujos y poemas forman parte de la inédita exposición sobre la pintora y su marido, inaugurada hoy en México.
EFECIUDAD DE MÉXICO.- La exposición "Tesoros de la Casa Azul, Frida Kahlo y Diego Rivera", fue inaugurada hoy en la Ciudad de México, en conmemoración del centenario del nacimiento de la pintora y el 50° aniversario de la muerte de su esposo.
Se trata de la exhibición del archivo privado de ambos pintores mexicanos, que estuvo oculto durante medio siglo en baúles, armarios o cajas dentro de la casona, ubicada en el barrio de Coyoacán, al sur de la capital mexicana.
La exposición está integrada por una pequeña parte de los 22.105 documentos, 5.387 fotografías, 3.874 revistas y publicaciones, 2.170 libros y otra cantidad de dibujos, vestidos, corsés, medicinas, juguetes y objetos personales de Frida y Diego.
La muestra fue montada en seis salas que integran la exposición que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, y donde se puede apreciar también el trabajo de Frida como fotógrafa y como poeta.
"No vale ser ni espárrago ni oblea/ de carne hay que ser lo regular/ pero hay que conservar las cosas esas/ que tienen la misión de alimentar", dice un fragmento de un poema escrito por Frida Kahlo a las mujeres delgadas.
En la exposición se muestra el dolor y la medicina de la pintora, se descubre el amor de Frida por Diego y viceversa, y se puede observar un teatro de títeres, los juguetes de ella, así como las cartas que escribió a su madre, a Rivera o las que recibió de sus médicos.
Allí están también la máscara antigas que Diego Rivera utilizaba para pintar murales; los estarcidos de su primer mural ("La Creación"), que marcó el comienzo del muralismo de la Revolución mexicana de 1910, y el boceto del mural del Estadio Olímpico de la Universidad Nacional Autónoma de México.
"Toda la exposición constituye una sola unidad, es indivisible, hay piezas preciosas que resaltan por su valor estético", dijo el curador de la muestra, Ricardo Pérez. El archivo estuvo oculto por disposición de Diego Rivera, porque el pintor consideró que "podría causar escándalo en la vida social de México".
Carlos Phillips, presidente del Fideicomiso Diego Rivera y Frida Kahlo, recordó que Diego pidió a Dolores Olmedo que guardara los archivos en cajas durante 15 años. Pero Olmedo, amiga de Diego y Frida, "consideró que cuando un amigo pide que se guarde algo en secreto tiene que haber una razón, y por ese cariño y respeto a Diego dijo 'mientras yo viva tampoco quiero saberlo', y por eso se guardó 50 años", relató Phillips.
El contenido de las cajas fue sellado por el Banco de México y los sellos se retiraron en presencia de un representante del banco, otro del Fideicomiso y un notario, a finales de 2002. El inventario se comenzó en 2003 y la catalogación tardó dos años y medio.