Cristián Galaz: "Quedará claro que la muerte de Manuel Rodríguez fue un asesinato político"

SANTIAGO.- Cristián Galaz está cansado. Dice que después de que se transmita el tercer episodio de “Héroes” centrado en la aventurera vida Manuel Rodríguez, se tomará vacaciones. La carga emotiva de filmar las historias de José Miguel Carrera y del prócer rebelde que revive en la piel de Benjamín Vicuña este domingo por Canal 13 (22:00 horas) ha tenido sus costos.

Especialmente por Rodríguez, un personaje histórico que hace años capturó la atención del director de “Chacotero sentimental”. Como se sabe, prepara un proyecto cinematográfico llamado “El húsar de la muerte”, que rescata el título del famoso film mudo de Pedro Sienna  y que ha quedado suspendido momentáneamente por su participación en “Héroes”.

Riguroso, el cineasta junto a su equipo emprendió una investigación historiográfica para que su personaje cinematográfico y televisivo se acercara lo más posible al que vivió en los primeros años del Chile independiente: un estudiante de Derecho que fue ministro, Director Supremo, fugitivo, espía y amante apasionado.

"Lo que veremos no es una fábula, ni una mitología o leyenda. Es un Manuel Rodríguez bastante completo, muy profundamente investigado. Hemos trabajado sobre la base de elementos reales y a partir de ahí hemos ficcionado", dice Galaz.

Una verdad incómoda

En entrevista con Emol, el director cuenta por qué este prócer, que vivió al filo de la muerte, lo ha marcado tanto y porque la elite nacional será la más impactada tras mostrar su violento fin. Quedará claro, dice, que “la muerte de Manuel Rodríguez fue un asesinato político” y cuyo principal instigador fue Bernardo O’Higgins. “Una verdad que la sabe muy bien el pueblo, pero que siempre se ha contado a medias”, puntualiza.

El historiador Sergio Villalobos dice que Rodríguez no era más que "un desordenado, un colérico". Según su investigación ¿cómo lo definiría?
“Como una personalidad multifacética, de características muy notables. Es uno de los personajes de nuestra historia que más resaltan. Por su capacidad intelectual y como generador de ideas políticas trascendentes y avanzadas para su época. No es un colérico como dice Villalobos, ni mucho menos. Es más bien una personalidad  fuerte, consecuente hasta el final, y muy valiente”.

¿Y guerrillero?
“No estoy de acuerdo. Su personalidad no tiene relación con esa leyenda del guerrillero. Rodríguez tenía una gran capacidad intelectual; era capaz de generar ideas políticas, con un concepto sobre lo que debía ser la libertad, la patria y la justicia muy fundados. También era un hombre muy transversal en sus relaciones culturales y sociales. No siendo parte de la elite económica, se relacionó con ella directamente y también tuvo mucha llegada con el mundo popular”.

¿Por qué entonces algunos historiadores lo califican como una figura pintoresca?
“Creo que hay un ánimo, un deseo de anularlo como personalidad histórica, porque ciertamente Manuel Rodríguez era un hombre que tiene ideas políticas muy contrarias a la de estos historiadores, que son parte de la elite social y política del país. Hay una disputa ideológico de por medio. Además de sus ideas políticas, les incomodaba la forma indigna en que fue asesinado”. 

¿La historia oficial de Chile le resta méritos?
“Es que está claro. Uno no puede negar la importancia de O’Higgins, pero sí claramente era un oponente político de Manuel Rodríguez. Finalmente se destacó una figura en detrimento de otra, como pasó con Carrera. Pero como Carrera pertenecía a la elite no podía ser ninguneado como Rodríguez”.

¿Por qué el pueblo chileno se identifica con su figura?
“(El historiador) Gabriel Salazar dijo en una conferencia acerca de los héroes, que un héroe es aquel que ha hecho cosas importantes por una comunidad y que la comunidad lo reconoce como tal. Reconoce esa entrega. Yo quedé muy prendido de ese concepto, porque creo que Manuel Rodríguez es exactamente eso. Es alguien que hizo cosas muy importantes por el país y la gente le reconoce su consecuencia. Esto unido a su asesinato, a la muerte trágica, selló su alianza con el mundo popular"

Según Benjamín Vicuña, Rodríguez estaba “libre de cualquier ambición política”.
“Absolutamente. Él tuvo cargos de poder importantes. Fue diputado, ministro y llegó a ser incluso Director Supremo. Pero nunca tuvo el ánimo de conseguir o mantener ese poder. Estos cargos los recibió como parte de un proyecto político. De hecho, cuando se le nombra Director Supremo es aclamado popularmente. No es que se haya tomado el poder, como sí lo hizo Carrera”.