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Con encendido show en Santiago, Alexandre Pires inició gira "A un Ídolo"

Recordando los éxitos de Só Para Contrariar y de su carrera como solista, y con una dosis desmedida de erotismo, el intérprete brasileño subió la temperatura en el Teatro Caupolicán.

11 de Agosto de 2007 | 22:57 | Ximena Pérez Gallegos, El Mercurio Online

SANTIAGO.- Después de una anterior fecha postergada, esta noche el cantante brasileño Alexandre Pires dio en Santiago el primer paso de su gira "A un Ídolo", que toma el nombre de la nueva producción en que rinde homenaje a Julio Iglesias, y con la que recorrerá Latinoamérica.


Aunque el primer paso se pudo convertir en tropiezo, ya que problemas técnicos retrasaron el show unos minutos y generaron pifias en el público, bastó que el vocalista de Só Para Contrariar pisara el escenario del Teatro Caupolicán, para desatar la euforia en la audiencia, mayoritariamente femenina y absolutamente incondicional.


El vamos lo dio echando mano a la herencia de la banda que lo lanzó a la popularidad. “Cuando acaba el placer” y “Amor Verdadero”, fueron coreados por las casi cuatro mil personas que llegaron hasta el recinto de calle San Diego.


Luego vinieron sus éxitos como solista y los temas de su último disco: “A veces tú, a veces yo”, “Por ella”, y “Lo mejor de tu vida” (que cantó dos veces, a la mitad y al final del concierto). También hubo bis para "Quitémonos la ropa", la canción con que cerró una presentación cargada de erotismo y sensualidad. 


Porque el "negrito Alexandre" —como él mismo se calificó— trajo con su show un efectivo antídoto contra la onda polar que azota a la capital por estos días: se contorneó al ritmo de la samba; se dejó acariciar por una osada fan a la que despidió con un beso en la boca; recibió y puso en su cuello cada una de las bufandas y pañuelos que le lanzaron sus incondicionales, y provocó con su coquetería.


Sin duda su cálido show será bienvenido en las frías tierras de Temuco, donde se presentará el próximo 14 de agosto, en su despedida de Chile.

La previa del show del brasileño tuvo su dosis de “farándula política” y de farándula pura. La primera la puso la senadora gremialista, Evelyn Matthei, quien enfundada en una juvenil chaqueta de cuero roja y con anteojos y peinado (o despeinado) ad hoc se las dio de DJ y pinchó algunos discos en escenario del Caupolicán, aunque el “teloneo” duró menos de cinco minutos, y entre pifias y algunos aplausos se bajó del escenario.

Afortunadamente la performance sólo era para un programa televisivo y la –por estos días- polémica parlamentaria volverá a sus quehaceres legislativos.

Pero la farándula en su más pura expresión también estuvo presente: Carla Ochoa y el Negro Piñera formaron parte del contingente VIP del público. Pero, ojo, cada uno por su lado, aunque el bohemio cantante llegó a sólo metros de la maniquí, pero los gritos del público “¡te van a pegar!! ¡te van a pegar!!, lo hicieron alejarse de su ex.

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