Una introduccion muy similar a la de su antecesor (Remedy), es el que da la partida al segundo trabajo de la dupla formada por Felix Burton y Simon Ratcliffe.
Y en general el sonido de todo el disco es bastante parecido a Remedy, por la delicada mezlca de música latina, raíces negras, beats ochenteros y en particular la inclusión de voces en casi todos los temas.
Es precisamente esa una de las principales virtudes de esta agrupación, (obviamente más allá de su innegable sentido del ritmo y el manejo perfecto de las máquinas) que da una demostración magistral sobre los elementos que deberian componer un buen disco bailable. Porque lejos de las frías secuencias electrónicas que componen la mayoria de los discos bailables del montón, aquí en el fondo Basement Jaxx se vuelca por completo al viejo hábito de componer canciones.
Por supuesto que el soporte fundamental de todos los temas es la electrónica (magistralmente dosficada), pero lo interesante es que detrás de todos los temas hay canciones, voces cálidas y llenas de intención, canciones en la completa ascepción de la palabra, las que no sólo dan vida y sangre a todo el disco, sino que además acerca la electrónica a ese público esquivo que todavía sale arrancando cuando escucha hablar de beats y loops.
Y aunque se le podría criticar la excesiva homgeneidad que resulta de la escucha completa de la placa, el disco entero fluye armónicamente en cada corte, y eso es todo un acierto cuando se trata de un trabajo que no busca más que entretener y hacer bailar sin mayores reflexiones.
Felipe Ossandón