Carlos Vives ya tiene a su favor haber exportado el vallenato cuando la mayoría consideraba a la cumbia como único baile colombiano, y la audiencia reconocerá sin problemas más de ese cadencioso ritmo en su cuarto disco. Sigue siendo pop de raíz folclórica con guitarra eléctrica: "Papadió" funda la auténtica cumbia-rock y no se sabe si Vives dice Oye u Oh yeah en la salsera "Amor latino". Pero el productor Emilio Estefan tiene aquí la amabilidad de respetar la raíz tradicional, y el santo y seña del cantante sigue ahí: el acordeón de Egidio Cuadrado y el sonido de quena de la gaita de Mayte Montero. Carlos Vives podría ser acusado de no renovarse, pero sería una injusticia. En este caso se llama estilo.