Gabriel García Márquez, en voz y propias palabras, presenta esta compilación doble, que reúne la mayoría de los grandes éxitos del cantautor cubano, interpretados a dúo junto a algunos de los grandes de Iberoamérica.
Todo el álbum es un divertimento, una recreación. Gana cuando gana en arreglos, en nuevas texturas o en calidad interpretativa ("La felicidad" con orquesta a modo de standard junto a Francisco Céspedes, o "Comienzo y final de una verde mañana" pasado por el suave cedazo de Caetano).
Pierde, sin embargo, cuando la versión es menos fresca: por ejemplo, "Para vivir", demasiado fría en el estilo de Manzanero.
Jimena Villegas