Amparado en la melodía irresistible de uno de los mayores éxitos de los primeros '90 ("All that she wants") aparece el tercer disco de Ace of Base. El álbum se mueve básicamente en dos áreas: las superproducciones dance y las baladas marchosas del ya clásico pop europeo, e incluye al menos cinco piezas estrictamente bailables, donde la densa masa de efectos sonoros casi oculta las voces de las cantantes Jenny y Linn, que fueron la principal marca para diferenciar a este cuarteto sueco de las oleadas de eurodance producidas desde principios de los '90. En el área del pop, el grupo asume completamente la que hasta su último disco era una similitud casi accidental con los verdaderos colosos de la música escandinava, Abba: temas como "Donnie" y "Cecilia" son más que homenajes a la banda que inventó "Chiquitita". Son casi clones. Aunque su producción es de primer nivel y sus melodías pegajosas y recordables, el disco no causa sorpresa alguna, lo que constituye una falta en una banda con tres discos y el recuerdo de un éxito mundial en 1994.
Paula Molina