De María a María... con sus Dolores!
Leyenda viva de la rumba española, María Jiménez ha seguido el mismo camino de
revival que otras cantantes de su generación. En silencio durante varios años, la nativa de Sevilla recuperó el trono perdido, primero gracias a la comunidad gay, luego por obra y gracia de Pedro Almodóvar y, finalmente, por el saludo sincero de cantautores jóvenes. Con Joaquín Sabina grabó hace dos años el disco
Donde más duele (mucho mejor que cualquier publicación del propio Sabina), y bandas de rock como Estopa y La Cabra Mecánica la han invitado con justificada admiración a participar de sus canciones. Excesiva en sus afectos, en su imagen y en sus talentos (su voz convierte hasta la más insulsa balada en un golpe emocional del que cueste recuperarse), María Jiménez ha sido, además, osada como muy pocas intérpretes, combinando durante su trayectoria el desarrollo de la rumba, la ranchera y la canción rock.
El título de
De María a María... con sus Dolores! supone un saludo a la mismísima madre de Jesucristo, que es el tipo de figura histórica con el que María Jiménez considera justo compararse. Desde el balance de una vida experimentada con excepcional intensidad, la Jiménez desarrolla un disco autobiográfico con versos de inquietante sinceridad y un tono general de gran obra épica. Toma, también, canciones ajenas que se ajustan a su filosofía, como “Soy rebelde” de Jeanette (y vaya que le combina), “A ti” del francés Joe Dassin y “Va bene”, popularizada por Mina; aunque el grueso son coplas (algunas, de Sabina) y un par de obras propias para saludar, por ejemplo, a los hombres de su vida (lo sentimos mucho, la canción se llama “Mamarrachos”).
Es probable que los pocos que conozcan en Chile a María Jiménez la tengan únicamente como una voz mayor de la rumba, pero en este disco las guitarras suenan más pausadas, se permiten varios timbres eléctricos y, en general, se respeta la intención de la cantante por construir un álbum “ácrata e indomable” (“Para mí, la rumba y el rock son exactamente lo mismo”, ha dicho). “Madrina” es el tema que más remite al tablao, una canción acompañada apenas por percusiones que imitan el zapateo, y la voz de la Jiménez que se escapa como la de una cantaora experimentada. El ritmo casi pop de “No me des guerra” es el de una rumba suave que ojalá se colara a radios chilenas, aunque es poco probable que la Jiménez quiera compartir el espacio de una parrilla con Christina Aguilera o Paulina Rubio. Y es mejor que así sea. Su música celestial no está para rutas vulgares.
Marisol García C.
María Jiménez, “De María a María... con sus Dolores!” (2003, Muxxic)
1.De María a María con sus Dolores!, 2.Quién da más, 3.La maleta, 4.El último acto, 5.Ahora, 6.Va bene, 7.Madrina, 8.No me des guerra, 9.Yo no quiero (contigo), 10.Mamarracho, 11.Cinco farolas, 12.Dicen, 13.Soy rebelde, 14.Vamos a dejarnos, 15.A ti.
Duración: 56:00.
Producción: Jesús Bola y María Jiménez. |