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Paris

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
Cuando una chica ya tiene su hotel, su programa de televisión, su libro best-seller y la filmación de una performance sexual convertida en súperventas antes de cumplir treinta años resulta totalmente comprensible que también quiera tener su disco. Famosa por ser famosa y por saber combinar como nadie sus zapatos con el chihuahua adecuado, ¿quién podría culpar a Paris Hilton de querer convertirse ahora en cantante?

Paris es el resultado de ese nuevo capricho, un disco que de seguro podrá sumarse a la lista de debuts y despedidas musicales de “celebridades” del estilo-en-cuanto-filosofía como Naomi Campbell, Estefanía de Mónaco o Anita Alvarado. Es pop bailable, interpretado con los sintetizadores adecuados y presentado por la voz en exceso aguda y brillante (aunque afinada, cómo no) que uno esperaría de una mujer que ha convertido su color de pelo en profesión. No está mal. No está bien. Éstas canciones son, quizás, sólo un mal necesario de la banalidad histórica en la que nos ha tocado vivir.

Todo en el álbum recuerda a algo que se ha escuchado previamente: “Stars are blind”, el single, a un viejo éxito de UB40 de cuyo nombre no podemos acordarnos; “I want you” samplea una parte de los arreglos de cuerdas de “Grease”, ese tema de Frankie Valli por el que vimos cantar alguna vez a John Travolta. Tal como “Heartbeat” comienza como un tema de Kylie Minogue, “Fighting over me” podría ser lejanamente algo de Beyoncé blanqueado en cloro; incluye dos raperos con pose ruda y una letra insoportable: “Cada vez que me doy vuelta / veo a hombres peleando por mí / Quizás sea porque soy una chica difícil y tan tan tan sexy / Todos los chicos, todos los tontos chicos, quieren pelear por mí”. Uno de los productores de Paris, el disco, es Scott Storch, hombre prestigiado en los circuitos R&B y hip-hop (Busta Rhymes, Snoop Dogg, The Roots), y quien no tuvo problemas en cobrar su cheque por darle a este álbum cierta legitimación de raíz. A lo largo de este híbrido prescindible, para cuando se llega al cover de “Do ya think I’m sexy?”, de Rod Stewart, uno ya se ha convencido de que sí puede haber cantantes más irritantes que Christina Aguilera.

Sería fácil jugar a ser irónica, y escribir que, de tan bobo, el disco de Paris Hilton es interesante. O abrazar la causa del pop y creer que lo que se tiene aquí es un tributo sarcástico a los clichés del género. Pero es probable que todo eso sea hacerle demasiados favores a Paris Hilton, hija natural del cruce entre farándula y medios masivos, recordatorio viviente de la decadente cultura de las celebridades, símbolo andante de la necesidad del alza del impuesto al lujo… en fin. No cuesta nada despreciar a esta mujer, y su música no hace gran cosa para que uno cambie de opinión.

Cristina Hynde

Paris Hilton "Paris" (2006, Warner).

1. Turn it up, 2. Fightin' over me, 3. Stars are blind, 4. I want you, 5. Jealousy, 6. Heartbeat, 7. Nothing in this world, 8. Screwed, 9. Not leaving without you, 10. Turn you on, 11. Do ya think I'm sexy?

Productores: Rob Cavallo, Kara DioGuardi, Fernando Garibay, J.R. Rotem, Greg Wells, Scott Storch.

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