Hacia 1966 los Beach Boys se habían transformado en el grupo pop estadounidense por definición, su nombre era sinónimo absoluto de surf y su marca registrada estaba en el arreglo de voces perfecto. Pero aun así nada se comparaba con lo que estaban por hacer:
Pet sounds, uno de los discos indispensables de la historia.
Reeditado hoy con un DVD que incluye imágenes de la grabación, entrevistas y filmaciones inéditas, el undécimo LP del grupo es un disco revolucionario, ante la posteridad, la carrera previa del quinteto y la expectativa de su casa disquera, que quería de ellos sólo más música playera para vender. Brian Wilson, el genio de la familia, tenía apenas 23 años y una idea mucho mejor: un disco perfecto de comienzo a fin. Y puso la composición, los arreglos vocales e instrumentales y la grabación al servicio de ese disco perfecto.
Las voces son el primer sello. Éste no es sólo el grupo que reinventó el falsete: Wilson diseñó arreglos corales, tan complejos de cantar como simples de escuchar, para sostener las dos voces principales entre el timbre juvenil de Mike Love, el tono más sensible del propio Brian Wilson o la combinación de ambos en una canción como "Sloop John B". Los ocho segundos de perfección que pasan entre los minutos 1:51 y 1:59 de esa canción son una muestra al azar de la emocionante relojería de la que son capaces los cinco cantantes.
La composición es el respaldo. "La buena música emotiva nunca es embarazosa", dice el propio Brian Wilson citado en las notas del disco, y es cierto: ésta es música de emociones, son canciones de amor, pero para decir "No hables, pon tu cabeza en mi hombro" Wilson se manda una sinfonía en miniatura. Y la belleza en las melodías y modulaciones recorre todo el disco, desde una canción tan adelantada e inadvertida como "Don’t talk" hasta la más popular y preciosa de todas, "God only knows", la única que canta Carl Wilson.
Los arreglos son una maravilla. Wilson orquesta flautas traversas y contrabajos junto a bocinas de bicicleta con el mismo talento, y sobre las voces ya desplegadas suma arreglos de cuerdas y bronces sin sobrecargar ni por un segundo el resultado. Hay composiciones instrumentales como "Let’s go away for awhile" y la propia "Pet sounds", que suena con claves, maracas y huiro. Y la creatividad aflora en particular en la batería, que aquí toca el célebre Hal Blaine y está usada casi como un instrumento sinfónico, y en las frases del bajo, siempre sorprendentes. No por nada Brian Wilson era el bajista del grupo.
La ingeniería es la experiencia total. Wilson expandió todo: el uso de los instrumentos tradicionales, los arreglos para instrumentos nuevos, las armonías vocales y también el empleo del estudio de grabación. La ya editada caja
The pet sounds sessions (1997) es una experiencia valiosa para hurgar en cómo fue grabado cada sonido de este disco; hoy es casi un modo de sabiduría volver a lo monofónico, y este disco ofrece cada canción en su versión mono y stereo, para elegir.
Pet sounds es revolución, pero pop. Muchas de estas canciones terminan con un recurso tan convencional como bajar de a poco el volumen, pero al mismo tiempo cada una de ellas es música, arquitectura e ingeniería.
Fue el fundamental productor Phil Spector quien acuñó la expresión "sinfonías para adolescentes", pero son los Beach Boys quienes en este disco le dan sentido. Ya en 1965 Brian Wilson había dejado de tocar en vivo con el grupo para experimentar más allá del sonido inicial de los Jóvenes Playeros.
Pet sounds vendió menos copias que sus predecesores y las oportunas notas de David Leaf en el CD aciertan a definirlo como "un disco que en 1966 estaba tan adelantado a su tiempo que recién en nuestros días está llegando a puerto (sólo en 2000 obtuvo la certificación de un disco de platino)". La historia lo corrobora, cuando sobre estas canciones se han levantado carreras completas como la de los High Llamas, inicios tan relevantes como los de los Ramones, homenajes tan distantes como los de Pedro Aznar o Álvaro Henríquez, canciones tan emergentes como las de los grupos Termita o Teleradio Donoso aquí y ahora. Cualquier día en la vida es apropiado para descubrir a los Beach Boys de
Pet sounds: eso es un disco universal.
David Ponce
The Beach Boys "Pet sounds" 1966/2006 Capitol/EMI).
1. Wouldn't it be nice. 2. You still believe in me. 3. That’s not me. 4. Don’t talk (Put your head on my shoulder). 5. I’m waiting for the day. 6. Let’s go away for awhile. 7. Sloop John B. 8. God only knows. 9. I know there’s an answer. 10. Here today. 11. I just wasn’t made for these times. 12. Pet sounds. 13. Caroline no. 14. Hang on to your ego. 15 a 27. Las mismas trece primeras canciones en versiones estéreo.
Músicos. The Beach Boys: Brian Wilson (voz, coros y órgano), Mike Love (voz y coros), Carl Wilson (voz, coros y guitarra), Dennis Wilson (coros y batería), Alan Jardine (coros).
Arreglos: Brian Wilson.
Producción: Brian Wilson.
Duración: 77’17’’ + 53’03’’.
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