Panda reconoce conversaciones para estar en Viña 2008

Panda - Los malaventurados no lloran Duración (02'45'')

SANTIAGO.- "Hay planes para Viña del Mar. He sabido que ha habido pláticas. Ojalá se pueda concretar eso". Así, en buen mexicano, el bajista de Panda, Ricky Treviño, revela que su banda podría ser la próxima en engrosar la creciente parrilla del principal evento del verano local.

El cuarteto mexicano de ascendentes emo podría agregarse así a una lista que ya tiene confirmados a nombres como el argentino Vicentico, el incombustible Chayanne y los reggaetoneros Wisin & Yandel. Sin embargo, por ahora sólo clasifican para la de aquellos que aún están en etapa de negociaciones, y que incluye a Nelly Furtado, Peter Frampton y sus compatriotas de RBD, entre otros.

Ante la idea, los miembros de Panda no saben muy bien cómo ubicarse. "Nos estaban explicando qué es Viña del Mar. No sabíamos. Nos estaban diciendo que era un concurso, no sé qué, que hay premios", dice el baterista Jorge Vásquez, más conocido por sus fans como Cross.

Treviño, conocido como Blu, sube los bonos hasta niveles bastante más elevados. "Nos dijeron que es el Festival más importante de rock en Sudamérica".

La eventual presencia de Panda en Viña 2008 vendría a ubicarse como la perfecta revancha chilena de la banda, luego de su frustrado paso por el festival Vive Latino, en abril. El show se cayó a última hora. "La noche anterior tocábamos en un evento en Bogotá. Ya teníamos los boletos comprados y llegábamos como a las 15:30 a Santiago, la hora en la que supuestamente debíamos estar en el escenario tocando. Pedimos a los organizadores que nos movieran de hora y nos dijeron que no. Entonces tuvimos que cancelar el viaje y regresar en otro momento, que es ahorita. Y qué bueno, porque nos sentíamos en deuda con la gente que quería vernos", explica Blu.

El bajista cuenta que el episodio los dejó con una pequeña frustración, luego de que los organizadores les dejaran en claro que había grupos más importantes que actuarían en el horario estelar. "Nos sentimos medio enojados, pero estaba fuera de nuestro control. Era un coraje que no podíamos controlar".

El cuarteto acaba de pasar por Santiago, donde el miércoles llevaron a cerca de tres mil fans, en su mayoría adolescentes, al Teatro Caupolicán. Allí mostraron los temas de sus discos Arroz con Leche (2000), La revancha del príncipe charro (2003), Para ti con desprecio (2005) y, especialmente, los de Amantes Suntamentes (2006).

En todos ellos confiesan una abierta preocupación por introducir radicales variantes, por lo que no gustan de definir su estilo musical, pese a que el medio los haya metido al cajón del nuevo punk o del emo.

"En cada disco hemos tratado de hacer algo diferente al anterior. Y así seguiremos. El próximo disco no se parecerá a ninguno de los anteriores. No podemos decir que somos un grupo punk, porque siempre tratamos de evolucionar y hacer algo distinto. Yo creo que podemos llamarnos rock alternativo", dice Cross.

El grupo editó su primer disco sin mucha resonancia en México, cuando recién se empinaban por los 18 años. Tiempos en que recién abandonaban la etapa de banda escolar de covers, según explica Blu. "Cuando éramos muy chicos estábamos Pepe (vocalista) y yo en Panda, y Cross y Arturo (guitarrista) en Superasfalto. Ellos tocaban cosas muy técnicas, Dream Theater y cosas así. Y nosotros tocábamos Weezer, covers más facilones, más de moda. Y estuvo muy padre la fusión, ahorita con los cuatro salen cosas muy interesantes".

Una apreciación que, naturalmente, comparten los tres mil fans que los vieron en el Caupolicán, y que probablemente podrá ser juzgada por un público más amplio, si es que la actuación en el próximo Festival de Viña se concreta.