John Huston, a 20 años de la muerte del maestro del cine clásico
Durante su exitosa carrera -en la que cosechó dos premios Oscar-, este director y actor construyó una de las mejores películas de la historia: "El halcón maltés".
28 de Agosto de 2007 | 09:17 | DPA
LOS ANGELES.- El legendario director y actor John Huston, creador de películas clásicas como el "El halcón maltés" ("The Maltese Falcon", 1941), "El tesoro de Sierra Madre" ("The Treasure of the Sierra Madre", 1948) y la "Reina de África" ("The African Queen", 1951), murió hace ya 20 años dejando la huella de su compleja visión del cine, de un realizador que supo sacarle todo el partido a dos generaciones de actores de Hollywood.
El ícono de la gran pantalla, que antes de dirigir fue cosas tan diversas como boxeador, actor, editor, reportero y guionista, pasará a la historia por muchos títulos de los llamados negros, con el recuerdo especial para una obra maestra del cine: "El halcón maltés".
El novedoso director entró arrasando en Hollywood en 1941. Su primera incursión en la dirección le supuso dos Oscar: uno al mejor guión y otro a la mejor dirección. La cinta, basada en la novela de Dashiell Hammett de 1930 e interpretada por Humphrey Bogart en su primer papel como héroe romántico, se convirtió en un clásico del cine negro. Hoy en día es considerada por muchos críticos como la mejor película de suspenso de la historia.
El genio del cine, que de pequeño tuvo problemas de salud ya que sufría de un soplo en el corazón, logró superar la limitación y como terapia de recuperación optó por hacerse atleta. Años más tarde, tras dos décadas de sufrir un enfisema pulmonar que lo obligó a llevar mascarilla al set de grabación, y tras rehusar dejar el tabaco, murió a los 81 años de edad.
A esa edad y en silla de ruedas filmaba la película "Mr. North" (1988), basada en la novela "Theophilus North", que había producido y escrito con Janet Roach.
Pero la última joya que dejó Huston fue su trabajo de dirección en "Dublineses" ("The Dead", 1987), interpretada por su hija Anjelica, con guión de su hijo Tony y basada en la novela de James Joyce.
En los últimos años de vida su estado de salud se deterioró, pero eso no le impidió que siguiera trabajando. Sin embargo su enfermedad complicaba las cosas a los productores, que incluían a su hijo Tony, pues era impredecible si el director podría culminar la cinta en la que se involucraba.
De casi dos metros de estatura y ojos de color marrón, dirigió 41 películas en más de 46 años de trabajo. Además, participó en la adaptación o interpretación en otras 20 cintas.
Una de sus más entrañables amigas, Lauren Bacall, lo describió en alguna ocasión como una persona "audaz, impredecible, exasperante, desconcertadora y probablemente como el hombre más encantador en la faz de la tierra".
Huston, oriundo de Nevada, en el estado de Missouri, e hijo del famoso actor teatral y cinematográfico Walter Huston, decidió dejar los estudios a los 14 años para dedicarse a trabajar. Realizó tres documentales sobre la Segunda Guerra Mundial, por los que obtuvo el título de Legión de Honor y fue ascendido a comandante.
A pesar de sus pocos estudios, fue un voraz lector. Por eso destacan sus adaptaciones de célebres escritores estadounidenses como "Alma de valiente" ("The Red Badge of Courage", 1951) de Stephen Crane, "Vidas rebeldes" ("The Misfits", 1961) de Arthur Miller o "La noche de la iguana" ("The Night of the Iguana", 1954) de Tennessee Williams, entre otras.
Huston además es responsable de que su padre obtuviera el Oscar como mejor actor secundario en "El tesoro de Sierra Madre" al estar bajo su dirección. De igual forma su hija, Anjelica, se hizo acreedora de una estatuilla como mejor actriz secundaria al trabajar de la mano de su padre en "El honor de los Prizzi" ("Prizzi's Honor", 1985).
Sus detractores lo acusaban de falta de profundidad y de convicción, aunque reconocían que incluso sus películas de segundo orden tenía muchos elementos interesantes.
Huston explicaba su eclecticismo de forma sencilla: "No busco interpretar la realidad poniendo un sello a mi trabajo. Nunca intento duplicarme. Uno debe evitar realizar clichés de uno como persona".
El director, que también destacó como actor al lado de Jack Nicholson en la película "Barrio chino" ("Chinatown", 1974), pasará a la memoria de muchos por aquella conmovedora historia de una solterona y un borracho en el río Congo, "La Reina de África", y por su hábil uso del color en "Moulin Rouge" (1952), cinta donde narra la vida del pintor Henry Toulouse-Lautrec.
Director muy querido, según los expertos sacaba lo mejor de sus actores. De acuerdo a su propia visión, su mejor dirección se basaba en elegir a la persona correcta para el papel. "Nunca intento destruir el ego del actor", se le oyó decir en alguna ocasión.