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"La cueca necesita un ritmo más vertiginoso"

Y con diez años de carrera, este conjunto santiaguino quiere acelerar el pulso de la cueca urbana con su flamante tercer disco, Los Trukeros de chilena, que será lanzado este jueves.

23 de Octubre de 2007 | 09:29 |

Es un sitio arrendado por igual para campeonatos de pimpón o festivales metaleros que queda en calle Zenteno 1017; muchos los llaman gimnasio Zenteno y los que más cerca andan lo nombran como club Comercio Atlético. Pero Inti González, guitarrista, acordeonista y cantor de Los Trukeros, es uno de los pocos que se saben el título completo.

-Club Social y Deportivo Comercio Atlético. Fundado en 1932 -entra en detalles González. Hasta ese lugar llegaron Los Trukeros, que con diez años de carrera son uno de los conjuntos más fogueados de la cueca urbana en Santiago, para grabar en vivo, en directo y un puro día su nuevo disco en esa sede añosa a pasos de la la esquina de Matta con San Diego en la capital.

-Barrio jaranero -certifica Pavel Aguayo, cantor, panderero y ocasional chinchinero del conjunto.

-Hicimos una fiesta de verdad -agrega Carmen López, actriz y también cantora del grupo.

-Es un local que crearon los locatarios de San Diego con Matta en el año '32. Tenía piano y estaban las condiciones para cantar -informa a su vez Rodrigo Miranda, cantante, guitarrista y uno de los fundadores de Los Trukeros. Piano y barrio jaranero: el grupo no requería más para prensar la auténtica fiesta cuequera que sabe armar en su flamante tercer disco, el mismo que lanzarán este  jueves 25 en el Galpón Víctor Jara de la capital, titulado Los Trukeros de chilena.

El pulso para armar la fiesta

Iniciados en 1997 en la población La Legua de la comuna santiaguina de San Joaquín, Los Trukeros son hoy un completo elenco formado por Carmen López (voz), Pavel Aguayo (voz), Pablo Guzmán (voz y guitarra), Rodrigo Miranda (voz y guitarra), Inti González (voz, acordeón y guitarra), Max Cárcamo (voz y bajo) y el reciente René Alfaro (voz, cajón y batería), y suman los discos Cuecas bravas (2003), Los Trukeros de visita (2005) y el propio Los Trukeros de chilena (2007).

El disco nuevo fue ejercitado en particular durante las recientes fiestas patrias, formado por un repertorio tradicional que abarca desde una serie de cuecas mineras hasta otras de liras populares y poetas de comienzos del siglo pasado. "Hay como tres cuecas que son de alguno de nosotros, pero las otras son todas de la tradición popular", cuantifica Miranda. "En los dos discos anteriores la mayor parte era pura creación propia", compara Carmen.

-¿No es al revés el proceso? Otros grupos parten tocando cuecas de distintos autores y luego se atreven a componer.
Aguayo: Es un proceso natural de encantamiento con la cueca chilenera, de tradición, pero sin dejar de darle todo el valor y la importancia que tiene la creatividad interna de una agrupación. Tampoco puedes sostener ese máximo gesto creativo de la tradición popular si no tienes ese gesto internamente.
Carmen: Ésa es la respuesta. De repente haces algo bien de patudo al principio, porque te metes abruptamente, pero luego te das cuenta de todo lo que hay antes.
Miranda: Es demasiado y se te va haciendo cada vez más vida propia. Hay que darse la vida para conocer el universo que hay porque es muy grande.

-¿Y en qué se nota esa creatividad propia?
Aguayo: En la melodía se va revelando cada vez más la influencia arábiga.
Miranda: Y la maulina.
Carmen: Aunque yo no hago melodías en el grupo, tengo una sensibilidad con la música y veo que cuando mis compañeros ocupan una melodía de tradición y la transforman. Ahí puedes sentir que hay algo Trukero, que tiene un sello.
Aguayo: Otra cosa bastante importante es el pulso, también.

-¿El pulso como la velocidad? ¿Están más rápidas las cuecas?
Aguayo: Claro.
Miranda: Más rechicotiás, como dicen en la tradición. Que precisamente tiene que ver con el subtexto que trae el disco, que es la fiesta nacional, la fiesta chilena. Y la cueca necesita un ritmo un poco más vertiginoso. En el canto en rueda los cantores tenían que lograr un ritmo vertiginoso para que la gente se involucrara. Estas cuecas traen un pulso que nos permite armar una fiesta. Y lo hemos comprobado.

-De hecho hay varios grupos más jaraneros, como Juana Fe, que se han acercado a Los Trukeros. ¿Están llegando a un público nuevo que no sólo es cuequero?
Miranda
: Entendiendo bien la jarana sí. A nosotros nos interesa el estudio de la fiesta, para entenderlo e incorporarlo, pero no armar jarana por armarla. Nos interesa de todas maneras siempre la tradición.

Para que cante y decante

Además de sus propios discos, Los Trukeros son el conjunto que acompañó a Hernán Núñez Oyarce en Mi gran cueca (2005), el último disco que ese veterano cantor grabó antes de morir el mismo año. Y de cara a las nuevas generaciones, el conjunto fue también pionero en abrir la capitalina Posada del Corregidor al circuito de músicos y aficionados a la cueca urbana.

-¿Cómo ven a los grupos que han salido en torno a la Posada, como Las Niñas, La Gallera, que son más recientes?
González: Es una misma generación, eso es lo importante.
Miranda: Nos vamos a ver siempre en la fiesta.
Carmen: Siento que hay un gusto en común pero que cada uno lo desarrolla de distinta forma. Nosotros tenemos una propuesta que pasa por otras cosas aparte de cantar cueca y eso nos hace distintos. Nos topamos en los lugares, pero no tanto en las visiones y en lo que queremos abarcar.
Miranda: Lo importantes es que se haya recuperado el gusto por la cueca en tanta gente. Ahora, creemos que también es importante que no se masifique de manera tonta.

-¿Podría pasar?
Miranda: Sí, igual pasa.
Aguayo: Es peligroso porque se jibariza el estilo. Mucha gente hoy en día piensa que cantar cueca brava es tener sonsonete no más. Y pierden el fraseo, el cuarto cantor, la improvisación poética, los que eran pillos de verso.
González: Tiene que pasar tiempo para que decante. Para que cante y decante.

-¿En eso se nota que Los Trukeros ya tienen diez años?
Miranda: Tiene que ver con los procesos que ha venido viviendo el grupo. Todo es el resultado de lo que hemos provocado en algún momento. Nos gustan los encuentros, de alguna manera abrimos al público la Posada del Corregidor porque nos gusta la fiesta espontánea, y siempre nos comportamos igual. Lo que hemos llegado a ser hoy en día es la muestra del taller, de todo lo que hemos experimentado, con Nano Núñez, en la misma calle, en la Vega, entre nosotros mismos. Por ahí a lo mejor entendemos que la cueca es guerra.
González: Forcejeo.
Miranda: Nosotros estamos todo el día en eso, ideando, musicalizando, tomando algo de la tradición. Más de alguno podría pensar que es una involución cantar ahora cuecas de la tradición. Para nosotros es evolución, ir a alimentarse a la raíz.

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