LOS ANGELES (EE.UU.).- Después de una marea de problemas personales, la cantante pop Britney Spears tiene una buena noticia: su nuevo álbum, Blackout, vendió en Estados Unidos 124 mil copias desde que fue estrenado el martes último, y analistas del mercado estiman que hasta el próximo fin de semana podrán venderse más de 300 mil copias en total, con lo cual el disco trepará al primer lugar en ventas.
Son ingresos que no vendrán mal a la cantante, luego de que esta semana trascendiera que sus gastos ascienden a 737 mil dólares al mes (363 millones 341 mil pesos). De esa cantidad Spears reserva la casi totalidad a ropa y entretenimiento, y no destina nada a inversiones ni ahorro, según se desprende de los documentos judiciales ventilados en torno a la disputa legal con su ex marido, Kevin Federline.
Los millones de Spears
Los gastos mensuales de la cantante incluyen US$49.267 (unos 24 millones de pesos) en hipotecas por dos casas, US$16.000 en ropa (unos ocho millones de pesos) y US$102.000 (50 millones de pesos) en diversión, regalos y vacaciones, según consta en su declaración financiera revelada este jueves.
Aunque a menudo es fotografiada alimentándose de comida rápida, Spears declara que gasta US$4.758 mensuales (2.3 millones de pesos) en salir a comer, pero destina cero dólar a los ítems de educación, ahorro e inversión. Sí da $500 ($264.570) en caridad, según los documentos.
Spears debe pagar a su ex marido US$35.000 por mantención de sus hijos, en una disposición legal vigente hasta el próximo 15 de noviembre. Al igual que en el caso de Federline, el mayor gasto mensual de la cantante consiste en los US$7.500 (unos 3 millones 700 mil pesos) que paga de arriendo y en los US$6.000 (unos 2 millones 960 mil) que destina a seguridad, según su declaración.
A su vez, el bailarín transformado en rapero tiene comparativamente un presupuesto menor para ropa, ítem en el que sólo gasta US$2.000. También destina unos US$5,000 a diversión, regalos y vacaciones, y US$1.500 en salir a comer.
El desacato de Britney
Los documentos también muestran que Britney Spears tuvo que entregar la custodia de sus hijos a Federline por desacato a una orden judicial.
El 28 de septiembre pasado, el Comisionado Superior de la Corte, Scott M. Gordon, prohibió a ambos padres trasladar a sus hijos en vehículo en caso de no contar con una licencia de conducir válida. La estrella pop desobedeció la orden y fue fotografiada conduciendo a ambos niños, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, pocos días después de la orden del 28 de septiembre, y no fue capaz de comprobar que tuviera una licencia de conducir vigente.
Con un nuevo disco recibido con elogios esta semana, Britney Spears intenta acallar a sus críticos y salir de una avalancha de conflictos personales que la han llevado a centros de desintoxicación y a perder la custodia de sus hijos.
"Soy Miss Sueño Americano desde que tenía 17 / No importa si piso un escenario / O me escabullo a las Filipinas / Igual pondrán fotos de mi trasero en la revista / ¿Quieren un pedazo de mí? / Quieren un pedazo de mí", canta Spears en "Piece of me", una de las canciones de Blackout, el primer disco en cuatro años de la cantante. Una venganza para Britney.
El disco fue lanzado el martes pasado en Estados Unidos y en él también se despacha contra su ex marido, el rapero Kevin Federline, en "Why Should I be Sad".
"Britney Spears no ha sido capaz de perderse de los paparazzi en los últimos meses, pero se perdió acertadamente en la música de su nuevo Blackout", opinó un entusiasta crítico de USA Today.
El experto en música del New York Times catalogó el álbum como una "fresca disculpa", aunque destacó que se siente un gran talento en la producción que hace dudar de la contribución real de Spears.
El éxito del disco sorprendió luego que en septiembre una esperada actuación de Spears en la entrega de premios MTV Video Music en Las Vegas fuera destrozada por la prensa y diera pie a que varios expertos vaticinaran el "fin de la carrera" de la controvertida cantante, que con sus 25 años supo tocar el cielo, pero también el infierno.
Con apenas 16 años y una pose de sexy colegiala, Spears saltó a la fama en 1999 con su single "Baby one more time", que desató una "Britneymanía" mundial que siguió alimentándose con "Oops, I did it again" o "Toxic", éxitos que le permitieron vender 76 millones de álbumes y ostentar entre 2000 y 2005 el título de cantante mejor paga del mundo, con una facturación de 38,5 millones de dólares por año.