Britney Spears cada vez tiene menos razones por las cuales sonreír.
AP
WASHINGTON.- La cantante Britney Spears ha negado que esté embarazada de nuevo, tal y como publica una revista, pero sigue protagonizando un escándalo tras otro, el último en un sex shop, donde presuntamente se desnudó y robó una peluca.
La revista estadounidense del corazón In Touch anunció esta semana en su portada que Spears está embarazada de su tercer hijo. La prueba de la feliz noticia la habría confirmado el supuesto padre, el productor y ex novio de la cantante J.R. Rotem.
Sam Lufti, un amigo cercano de Spears, salió a la defensa de la cantante al afirmar que es "una gran mentira". Según Lufti, Spears se tomó la noticia con humor, pero no quiso enviar un desmentido oficial por algo así, porque sino "lo tendría que hacer por cualquier chorrada".
Lufti también envió un mensaje de texto al presentador de radio Ryan Seacrest en el que decía que es "una tontería; no sé quién los ha distribuido (los rumores); J.R. no sabe qué está pasando; es todo falso, completamente falso".
La revista In Touch, para justificar su artículo, sacó el miércoles en portada algunas pruebas de que Spears sí estaría embarazada. Ecografías, correos electrónicos entusiasmados a amigos y un mensaje del propio Rotem en el que habría dicho "es verdad", confirmarían la noticia.
El supuesto padre negó inmediatamente los rumores. En declaraciones a varias revistas, entre ellas la revista Us Weekly, dijo que "no hay absolutamente nada de verdad en esto".
Otra escena
Mientras, Spears, ajena a todos los rumores que la envuelven tras la separación de su ex marido Kevin Federline y la batalla legal por la custodia de sus dos hijos Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, protagoniza otro escándalo.
El último tuvo lugar en un sex shop en el Sunset Boulevard de Hollywood, donde, según testigos presentes, se desnudó en medio de la tienda para probarse un conjunto de ropa interior.
Al parecer, Spears quiso llevarse el conjunto al probador, pero una vendedora la llamó la atención y le dijo que no estaba permitido probarse la ropa interior.
Fue en ese momento cuando la cantante montó el escándalo y se puso la ropa interior en medio de la tienda, según recoge el Daily Telegraph.
Ofendida por el toque de atención de los vendedores, Spears salió furiosa de la tienda y, de camino, "quitó de un maniquí una peluca y la robó", dijo un testigo.