Codegua, Molina y Machalí son sus domicilios. Aunque nacidos en distintas ciudades vecinas, es la Sexta Región la cuna de los tres cantores que este jueves se juntarán en el barrio Bellavista de la capital para compartir un encuentro de payadores de auténtica raíz tradicional: Moisés Chaparro, Juan Carlos Bustamante y Luis Carreño.
-Son tres son cultores que representan una misma generación, de los que empezaron en los años '90 y siguen hasta ahora -define Carreño, cantor y poeta nacido en Santiago y radicado en Machalí, tal como su compañero Juan Carlos Bustamante es oriundo de Molina, en la Séptima Región, pero vive y trabaja en Rancagua. Y tal como Moisés Chaparro vive en la capital pero nació en Codegua.
"Con la eternidad del canto" es el nombre del encuentro que el trío de cantores presentará en la Sala SCD Bellavista. En él abordarán las distintas disciplinas de la paya o poesía improvisada, entre las coplas o relances, las décimas de pie forzado (a partir de versos sugeridos por el público), el banquillo, las personificaciones, el contrapunto en décimas y las cuecas improvisadas. Voces, guitarras y guitarrón serán los instrumentos del encuentro.
-Llevo guitarra y guitarrón. Tendremos guitarras sobre todo para las cuecas improvisadas -explica Luis Carreño. Chaparro es además autor de la canción "Canto de las estrellas", homenaje a Víctor Jara grabado por Inti-Illimani, y los tres han compartido escenarios durante los últimos años en jornadas en el Instituto Cultural del BancoEstado o en el tradicional Encuentro de Payadores de Portezuelo, celebrado en esa localidad cercana a Chillán.
-¿Hay una identidad común entre los payadores de la región?
-Es zona huasa, zona minera. El lugar nos marca a los tres con una identidad regional, con la minería, la agricultura y la tradición huasa, además de que nos interesa el concepto cultural de la identidad y compartimos un interés por la educación -explica Carreño. Todos ellos están además vinculados a la educación como profesores de música en universidades y colegios.
-¿Esa identidad también tiene que ver con la música?
-Los tres somos o fuimos cantores a lo divino y tenemos esa raíz del poeta, del guitarrón y la guitarra traspuesta -explica, en referencia a las distintas afinaciones que recibe la guitarra en el canto campesino-. Moisés es de la zona de Codegua, donde había varios cultores del canto a lo divino en su familia.
Campo y secano costero: los cantores
Chaparro, Bustamente y Carreño son tres exponentes del canto a lo poeta, universo tradicional del que se desprenden el canto a lo divino, con motivos religiosos, y el canto a lo humano, con versos terrenales entre los que está incluida la paya. Y son varios los focos en los que vive el canto a lo poeta en la región.
Codegua es uno: cantores como Francisco Astorga, Elías Zúñiga, Juan Molina y el propio Moisés Chaparro son de allí, junto a los ya fallecidos Luis Cantillana, Juan Cantillana y Heriberto Ibarra. La zona de secano costero es otra, explica Carreño, en pueblos como Navidad, Paredones, Marchigue, en la provincia de Cardenal Caro. Localidades cercanas a Rapel como El Durazno y El Manzano también tienen sus exponentes.
-Allí incluso tocan de otra manera la guitarra, la rasguean de un modo característico. Hay dos familias importantes de cantores, los hermanos Segundo Correa y Andrés Correa, dos viejos patriarcas -explica. Y otros de los cantores y poetas destacados de la zona son el rancagüino Leonel Sánchez y Salvita Pérez, el más veterano.
-Él tiene como 65 años y es un cantor gravitante para todos. Todos fuimos a ver a Salvita, nos empapamos de él, de su forma de tocar la guitarra -reconoce Carreño. Parte de esa sabiduría está disponible además en los discos que los tres han editado. Moisés Chaparro interviene en dos grabaciones internacionales como Chile, Uruguay y Argentina: encuentro de payadores (1997) y Poetas populares de Chile y Perú (2000), mientras Bustamante participa en el CD de canto a lo divino El nacimiento de Cristo en el canto a lo divino (2005), y Carreño es parte del disco colectivo Vamos verseando la vida (2002), además de ser autor del libro de poesía popular "Por utopías y sueños".